Under Armour continúa con cambios en la cúpula: sale el director de producto
Under Armour continúa con cambios en posiciones clave dentro de su cúpula directiva. La compañía de artículos deportivos ha anunciado que Kevin Eskridge cesará como director de producto a mediados de agosto de 2020, poniendo fin a una etapa de diez años en la compañía.
La razón de su salida es que “persigue otros intereses”, según el comunicado hecho público ayer. El presidente ejecutivo de la compañía, Patrik Frisk, ha recordado que con Eskridge en el comité de dirección “hemos pasado de ser una pequeña empresa estadounidense a ser una marca de rendimiento deportivo global multimillonaria y su impacto en nuestro negocio ha sido significativo”.
Under Armour aún no ha anunciado quién asumirá el cargo, pero ha recordado que “estamos increíblemente orgullosos de toda la organización del producto y extremadamente confiados”. En anteriores salidas, se acabó optando por la promoción de talento interno.
Under Armour dejó atrás los números rojos en 2019
Tras el ascenso de Frisk a la dirección general a finales de 2019, la compañía ascendió a Colin Browne a la dirección de operacionesy entregó la recién creada dirección de experiencias a Paul Fipps, que hasta ahora llevaba el área digital. En enero, nombró a un nuevo director de finanzastras detectarse irregularidades en la contabilidad del grupo.
Toda esta remodelación parte de una progresiva retirada del día a día por parte de su fundador, Kevin Plank, ante la necesidad de dar un nuevo impulso al negocio. La marca estadounidense de equipamiento deportivo cerró el último año con una facturación de 5.267 millones de dólares (4.815,5 millones de euros), un 1,4% más que en 2018. Lo más destacado, sin embargo, fue que la compañía abandonó los números rojos y presentó un beneficio neto de 92 millones de dólares (84 millones de euros).
Pese a esta mejora, la empresa está evaluando la posibilidad de realizar un plan de reestructuraciónpara “equilibrar el balance y mejorar la rentabilidad y la generación de flujo de efectivo” a futuro. De salir adelante, la marca asumirá unos costes relacionados con este plan por entre 325 millones de dólares y 425 millones de dólares (297 millones y 388 millones de euros).