Si quieres que apoyen tu idea, piensa como mercadólogo
Si deseas que tu proyecto se apruebe, no puedes conformarte con armar una presentación y confiar en tu capacidad de plantear un argumento lógico.
Tienes que pensar como mercadólogo. Y eso significa llamar la atención del subconsciente de las personas que toman las decisiones a quienes les estás dando la presentación.
Durante más de 25 años, he trabajado con marcas de Fortune 100 para hacer que reconsideren sus estrategias de mercadotecnia. Enseñamos a los líderes de mercadotecnia a que influyan sobre los propulsores ocultos que dictan el comportamiento de compra.
Como profesor de Harvard, Gerald Zaltman ha sostenido que el 95 por ciento de las decisiones de compra de los consumidores se toman en su subconsciente. Esto sucede debido a que dentro de los atajos que la gente emplea para tomar decisiones rápidas hay un ecosistema de asociaciones y recuerdos acumulados que, con el tiempo, se han adherido a ciertas marcas.
Así que, ¿cómo pueden aprovechar los empleados lo que hemos llegado a entender acerca de la construcción eficaz de una marca? Con el fin de aumentar al máximo tus oportunidades de que se aprueben tus ideas, sigue estas tres reglas:
Comienza pronto. Cuanto más pronto comiencen las marcas a construir asociaciones positivas en el subconsciente de los clientes, mejor. En el lugar de trabajo, la “ventaja del que comienza el juego” también es muy valiosa. Cuanto más tiempo pases acumulando asociaciones positivas en torno a tu idea, más grande será su marca matriz para cuando se tome la decisión.
Genera rumores positivos. Cuando una marca se promueve de manera agresiva, los clientes pueden volverse suspicaces. Pero cuando alguien más respalda la marca, se generan asociaciones positivas en el subconsciente de los posibles clientes. La gente de negocios también necesita “influentes”, idealmente de diferentes partes de la empresa.
Desarrolla campaña publicitarias, no presentaciones. Intenta comparar tu plan con un desarrollo empresarial que haya tenido éxito en el pasado y al que tu jefe haga referencia a menudo. Utiliza metáforas convincentes que evoquen imágenes de éxito. Cuando hay una conexión entre los ejemplos que ofreces y los que ya existen en la mente de quien toma las decisiones, es más probable que cierres la venta.
Harvard
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