La industria financiera debe empezar a planificar para los próximos 50 años, no para los siguientes 5
Muchas empresas aún deben dar el salto de la era industrial a la era de la información, y se está ampliando la brecha entre el progreso tecnológico y el organizacional. Cerrar esta brecha requiere más que soluciones de corto plazo, como adoptar nuevas tecnologías. Las empresas tienen que concebir estrategias de largo plazo para crecimiento sustentable.
La industria de servicios financieros, una rezagada tradicional en la adopción de la tecnología, actualmente apenas está entrando a su fase digital. Abundan las señales: se están lanzando compañías de servicios financieros a un ritmo inusitado. Y los bancos están sintiendo el apriete; según McKinsey, las instituciones financieras anticuadas verán una caída en sus ganancias de entre 20 y 60 por ciento en el año 2025 si no evolucionan digitalmente.
El modelo de innovación actual en el sector de finanzas está diseñado para generar los mayores rendimientos posibles de corto plazo. Pero los inversionistas y los empresarios tienen que reconsiderar estos marcos temporales. No es realista esperar las mismas trayectorias estratosféricas repentinas de emprendimientos como Slack o Airbnb. Vanguard quizás sea un éxito descontrolado, con 20 millones de inversionistas, pero ese éxito se ha estado formando durante más de 40 años. Adoptar una perspectiva de largo plazo (planificar para un negocio viable en la próxima década y no para un negocio más lucrativo en el próximo trimestre) es la única forma de avanzar.
La industria de servicios financieros sigue estando en las primeras etapas de la transformación digital. Pero algunas organizaciones han sido más rápidas para adoptar este cambio. Goldman Sachs, por ejemplo, cada vez se define más como una compañía tecnológica. Ascendió a su ex director de información a director financiero, y está emergiendo como una de las partidarias de mayor perfil de las criptomonedas.
Tender las bases para un futuro digital requiere disposición para aceptar reveses en el corto plazo y, en algunos casos, sacrificar ganancias.
Jeff Bezos encapsuló mejor esta filosofía en la carta que envió a los accionistas justo antes de la oferta pública inicial de Amazon.com en 1997:
“Seguiremos tomando decisiones de inversión a la luz de consideraciones de liderazgo de mercado de largo plazo en lugar de consideraciones de rentabilidad de corto plazo o reacciones de corto plazo de Wall Street … Tomaremos decisiones de inversión atrevidas en lugar de tímidas donde veamos probabilidad suficiente de ganar ventajas de liderazgo en el mercado. Algunas de estas inversiones darán frutos, otras no, y en ese caso habremos aprendido otra lección valiosa”.
Por: Nadeem Shaikh, CEO de Anthemis.