La batalla EEUU-China da de lleno en la moda: impacta en tres cuartas partes del comercio
La moda, en el ojo del huracán de la guerra comercial. El 77% de las categorías que de textiles, ropa y calzado que Estados Unidos importa de China estarán agravadas con una subida del 10% en las tasas arancelarias a partir del próximo 1 de septiembre, según la American Apparel&Footwear Association (Aafa).
El Gobierno estadounidense optó la semana pasada por excluir algunos artículos del primer listado y posponer la aplicación de tasas al 15 de diciembre. Sin embargo, la industria estadounidense de la moda se queja de que continúa incluyendo la mayoría de categorías correspondientes a la ropa para hombre, mujer y niños, por valor de 39.000 millones de dólares (35.156 millones de euros).
Por ahora, se penalizarán las tres cuartas partes de las importaciones estadounidenses de artículos textiles, prendas de vestir y calzado, mientras que el tercio restante se encarecerá en diciembre. Quedan así por grabar importaciones por valor de 12.000 millones de dólares (10.817millones de euros).
“La Administración impone una tasa adicional del 10% en el negocio de Estados Unidos y en los consumidores de Estados Unidos”, apunta la Aafa en un comunicado que recoge Just-Style. “Esta es una tasa que hiere a cada americano”, subraya, y añade que, “contrario a los titulares, el Grinch ha robado la campaña de ventas de Navidad a nuestra industria”.
Wolverine Worldwide, uno de los gigantes globales del calzado, propietario de Merrell, Saucony, Sperry o Keds, entre otras marcas, ya ha avanzado que estudia trasladar parte de su producción de China por el impacto que le pueden generar la subida arancelaria. La compañía ya había iniciado un plan de diversificación de su estrategia de sourcing, que ahora se ve obligada a acelerar.