José Azulay (Uno de 50): “Cuando una empresa se hace grande no puede haber nadie imprescindible”
Dice que se siente artista, pero lleva el comercio en la sangre. José Azulay comenzó en el negocio de pequeño, visitando los bazares que su familia tenía en Melilla. De camisa blanca impecable y mangas remangadas, Azulay repasa su trayectoria en el sótano de la tienda que Uno de 50, la empresa que controla y preside, ha reabierto en pleno eje del lujo de Madrid. Dice que tuvo que hacerse empresario a marchas forzadas, que no sabía nada de gestión, aunque venía de competir con los grandes con relojes importados de China. Ahora, por primera vez, no descarta un compañero de viaje. Sonriente y expresivo, Azulay asegura que, aunque él tiene la visión, y eso no se hereda, ganar tamaño le hará dejar de ser imprescindible.