Igor sufre por la crisis del multimarca: reduce las ventas por primera vez en seis años
Igor padece la crisis del multimarca. La compañía española especializada en la fabricación y distribución de botas y sandalias de agua ha cerrado 2019 con una caída en las ventas de aproximadamente el 10%. En 2018 la facturación de la empresa superó los diez millones de euros, en el último ejercicio los ingresos han disminuido hasta nueve millones de euros.
Se trata de la primera caída en ventas de la compañía en los últimos seis años, que entre 2014 y 2018 elevó la facturación un 57% superando por primera vez la barrera de los dos dígitos en 2018. Josu Altolaguirre, consejero delegado de Igor, ha atribuido este descenso a la crisis que el sector multimarca atraviesa en los últimos años.
Fundada en 1974, Josu Altolaguirre representa la segunda generación al mando de la empresa. Desde sus inicios hasta 2012 su modelo de negocio se centró exclusivamente en la producción de botas de agua para niños, pero en 2013 diversificó su catálogo y presentó la primera colección de botas de agua para mujer, que hoy copa el 20% de la facturación total de la compañía.
El multimarca español cerró 2019 con una caída acumulada del 10,6%, según el informe de Monitor del Comercio Multimarca realizado por Modaes.es. El cliente multimarca es el más importante por cifra de negocio para Igor, que representa el 75% de la facturación del grupo. En España, Igor cuenta con mil puntos de venta multimarca distribuidos por todo el territorio, una cifra que se repite en el continente europeo. En esta región Igor está presente en una cincuentena de países y Turquía representa el principal mercado. “Después de España, Turquía es nuestro segundo mayor mercado: en 2019 vendimos 150.000 pares de calzado y queremos seguir potenciando nuestra relación con ellos”, añade Altolaguirre.
Igor ha retrocedido sus ventas un 10% en 2019 después de crecer un 57% entre 2014 y 2018.
Además del multimarca, en España Igor también está presente en El Corte Inglés, aunque no con corners propios. “No trabajamos con tiendas propias porque con el producto que tenemos es inviable apostar por este formato”, asegura el consejero delegado de la empresa.
Más allá de Europa, en el extranjero Igor está presente en Estados Unidos, México, Colombia, Ecuador, Chile, Corea del Sur y Japón. Para volver a la senda de crecimiento, la estrategia del grupo pasa por “explotar nuestra presencia en Estados Unidos y China, dos mercados exponenciales donde hasta ahora estamos de forma residual”, dice Josu Altolaguirre.
Con todo, la facturación de Igor se distribuye a partes iguales dentro del mercado nacional y fuera de él. Así, el 50% se gesta en España y el 50% restante entre el resto de los mercados internacionales donde está.
De cara a 2020, Altolaguirre prevé un año complicado. “Los cambios y las mejoras no llegan de un día para otro y este no va a ser un año fácil”, confiesa el primer ejecutivo de la empresa. Igor fabrica cada año alrededor de 1,3 millones de pares de calzado en su centro de producción de Almoradí, en Alicante, y emplea a 105 personas. En este ejercicio, la compañía alicantina también prevé presentar una nueva colección que amplíe la oferta actual del catálogo y ayude a impulsar las ventas: “estamos trabajando en un nuevo modelo de calzado producido con material EVA que hará que el calzado sea menos pesado y más confortable”, concluye Josu Altolaguirre.