Historia de éxito: Juan José Bellapart
Juan José Bellapart, inmigrante español, dueño de la agencia automovilística Bella, reconocido coleccionista y mecenas cultural y representante en el país de la marca Honda, falleció a los 90 años por muerte natural.
La historia de Juan José Bellapart Faura comenzó a tejerse hace más de 70 años. Su juventud fue el punto de consolidación de su determinación y perspicacia, de su templanza y espíritu visionario, y muestra de ello fue cuando apenas con 16 años de edad decidió dejar su tierra natal en España, Barcelona, para embarcarse hacia el Nuevo Mundoen busca de mejores oportunidades de vida.Sus padres eran Jesús Bellapart y Filomena Faura, cuya primera hija fue Carmen, y quienes después procrearon a Juan José, el 18 de febrero de 1930.
La España de aquellos años, precisamente después de la Guerra Civil, era un territorio donde muchas familias vivían con precariedades y donde a otras les surgió el impulso de viajar hacia otras latitudes. Juan José, siendo un adolescente, sintió el deseo de explorar otros destinos, luego de que un amigo y vecino suyo, Wilfredo García Domenech, le invitara a emprender una travesía hacia América. Su padre, al principio, se resistió a darle su consentimiento para este viaje que por demás consideraba riesgoso, especialmente para un joven que aún desconocía los peligros y las trampas de la vida. Pero la dura realidad económica de la familia le dio la claridad para finalmente concederle la bendición a su hijo, con la que este cruzaría las aguas del Atlántico, en el año 1946, para llegar finalmente a República Dominicana, tierra donde desarrollaría una exitosa vida empresarial en la industria automotriz.
Al poco tiempo de llegar al país, comenzó a trabajar en La Sirena, la conocida tienda, en esa época propiedad de Félix Fernández. Oriundo de Asturias, Fernández fue uno de los mejores ejemplos de aquel grupo de inmigrantes que llegaron a República Dominicana y que, a fuerza de trabajo, fundarían algunos de los principales imperios del retail en el país.Con esta gran figura como ejemplo, y su fuerte determinación para hacerse un camino de prosperidad, el joven Bellapart pasó de las tareas de limpieza que le habían encargado al principio, a ser vendedor.
Su buen trato y la intuición natural para descubrir lo que necesitaban los clientes lo llevaron hasta los departamentos de tejidos, caballeros, damas, regalos y, finalmente, a desempeñar la posición de encargado de compras. En ese mismo escenario, nació su sueño de ser independiente, un ideal que lo motivó a ahorrar para iniciar su negocio de ventas de electrodomésticos en 1955. Empezó comercializando, a consignación, electrodomésticos que le suplía la empresa RTV, de marcas como Phillips, Frigidaire, Singer y otras, de cuyas ventas obtenía el 12 % de comisión. Dos años más tarde fundó la Agencia Bella, nombre que aludía a su apellido, en la esquina formada por la avenida Duarte y la calle Ravelo. Obteniendo una fiel clientela y pendiente a las oportunidades, más tarde Bellapart incursionó en una nueva rama de negocios: la venta de motocicletas.
Todo empezó en el año 1956, en una ocasión en la que un barco japonés llegó a la ciudad de Santo Domingo con productos de exportación. Lo que llamó su atención entre todos los artículos que allí había fue una motocicleta. Como un niño con un juguete nuevo, quedó enamorado desde que la vio, un hecho que se explica en gran parte por su gran afición por este tipo de vehículos, que desde muy pequeño le acompañó, ya que un tío suyo, Ignacio Faura, era corredor profesional de motocicletas en España, e incluso llegó a construir varias bajo la marca Faura.Sin nadie que lo asesorara sobre los orígenes y especificaciones de la motocicleta, Bellapart tomó el folleto informativo, de donde obtuvo el contacto del fabricante, al que le escribió una carta tan pronto llegó a Agencia Bella.
Meses más tarde, Bellapart recibió la visita de un representante de la marca nipona Honda, y quien trajo una motocicleta de muestra, con la cual el empresario salió a recorrer la ciudad, vendiéndola de inmediato a un amigo que trabajaba como chef del hotel Embajador. De esa manera, el empresario empezó a comercializar motocicletas de la marca en el Malecón, a partir del año 1959. En uno de sus recorridos en dicha avenida, conoció a Milagros Álvarez Montalvo, quien se convirtió en su esposa en el año 1960, procreando más tarde a sus dos hijas: María del Pilar y Maribel Bellapart Álvarez.
Mientras el empresario era el soñador, su esposa, que se había graduado como Contador Público Autorizado,era quien le llevaba la contabilidad a la pequeña empresa, llevando un control y una organización admirable de los gastos. De esa manera ambos se complementaban como aliados en el incipiente proyecto familiar.Poco a poco, Bellapart construyó una empresa sólida y que fue pionera en la introducción en el país de la marca Honda, convirtiéndose luego en el segundo dealer de la marca fuera de Japón, después de islas Bermudas. Bellapart tuvo la fortuna de entender que su negocio podría crecer siempre y cuando se mantuviesen los atributos de calidad y precio justo que hoy siguen representando a la marca Honda en República Dominicana.
Cuando esta dio el salto hacia la fabricación de automóviles, el empresario de inmediato introdujo los vehículos en el país. El crecimiento de la empresa lo motivó a construir un dealer de motocicletas y vehículos en un solar de la avenida John F. Kennedy, en el año 1963, meses antes de la Revolución de Abril. De ese entonces, recuerda que el primer modelo Honda Civic lo vendió por la suma de tres mil pesos. Dos años más tarde, Bellapart hizo su primer viaje a Japón y luego volvió a visitar este país para celebrar el vigesimoquinto
De las motocicletas al Arte
Brllapart desde pequeño mostró interés por el arte, lo que lo llevó a ser coleccionista y fundador del primer museo de artes plásticas privado, del país en 1999. En este espacio se encuentran cerca de 2,000 piezas, las cuales ofrecen una mirada a la evolución estilística de las artes plásticas dominicanas ( con pinturas que datan desde 1890 y ofrecen todos los estilos artísticos del siglo XX, en cuatro ejes cronológicos, incluido pinturas, esculturas, grabados y dibujos).
Juan José Bellapart junto a sus hijas Maribel Bellapart y María del Pilar
En la colección permanente de Bellapart brillan los grandes de siempre, como el maestro Jaime Colson, con quien entabló amistad y cuya obra se ha encargado de difundir por el mundo, como prototipo de un gran artista dominicano: en París, Madrid,Barcelona, Roma, Berna, Tokio, Montreal,Ottawa, Washington, R.o de Janeiro y Santiago de Chile.
La colección de Bellapart también rinde tributo a otros grandes artistas dominicanos como Abelardo Rodr.guez Urdaneta, Celeste Woss y Gil, Yoryi Morel y Dar.o Suro, ymaestros como Gilberto Hernández Ortega, Silvano Lora y Ada Balcácer.
Los restos del empresario y coleccionista de arte Juan José Bellapart serán velados desde esta mañana a las 10:30 en el Museo Bellapart y sepultados a las 4:00 de la tarde en el cementerio Cristo Redentor.