El sector turístico bajo ataque del COVID-19
En la actualidad, el sector turístico es uno de los más afectados por el brote de COVID-19, con repercusiones tanto en la oferta como en la demanda de viajes. La situación plantea un riesgo negativo adicional en un contexto de debilidad de la economía mundial, tensiones geopolíticas, sociales y comerciales, así como un comportamiento desigual de los principales mercados emisores de viajes.
Teniendo en cuenta el carácter evolutivo de la situación, es demasiado pronto para calcular la plena incidencia del COVID-19 en el turismo internacional. Para su evaluación inicial, la OMT toma como referencia el escenario del SRAS de 2003, teniendo en cuenta el tamaño y la dinámica de los desplazamientos mundiales y las disrupciones actuales, la expansión geográfica del COVID-19 y sus posibles repercusiones económicas:
- En la actualidad, la OMT estima que, en 2020, las llegadas de turistas internacionales podrían disminuir entre un 20-30%, en comparación con el crecimiento de entre un 3% y un 4% previsto a principios de enero de 2020.
- Esto podría traducirse en una pérdida de entre 30.000 y 50.000 millones de dólares de los EE.UU. en el gasto de los visitantes internacionales (ingresos por turismo internacional).
- Las estimaciones para otras regiones del mundo son por el momento prematuras, habida cuenta de la rapidez con que evoluciona la situación.
La OMT subraya que cualquier estimación debe tratarse con cautela debido a la evolución inestable e incierta del brote, que podría dar lugar a nuevas revisiones.
En el contexto de las restricciones a los viajes que se están introduciendo, la OMT subraya la importancia del diálogo y la cooperación internacional y destaca que el desafío del COVID-19 representa también una oportunidad para mostrar cómo la solidaridad puede ir más allá de las fronteras.
El sector turístico, más que ninguna otra actividad económica con impacto social, se basa en la interacción entre las personas. La OMT ha venido orientando la respuesta del sector del turismo en varios frentes:
- cooperando estrechamente con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el organismo principal de las Naciones Unidas para la gestión de este brote;
- garantizando, junto a la OMS, que las medidas de salud se apliquen velando por reducir al mínimo las repercusiones innecesarias en los viajes y el comercio internacionales;
- posicionándonos en solidaridad con los países afectados; y
- haciendo hincapié en la resiliencia demostrada por el turismo y prestándonos a apoyar la recuperación.
La OMT se está coordinando estrechamente con la OMS y otros organismos de las Naciones Unidas, y el Secretario General de la OMT, Zurab Pololikashvili, mantiene contactos regulares con los Gobiernos y los dirigentes del sector del turismo.
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