El FMI anticipa este año la peor crisis desde la Gran Depresión
“Las peores secuelas económicas desde la Gran Depresión”. Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha vuelto a mostrarse así de contundente al valorar el impacto que la pandemia del coronavirus Covid-19 puede tener en la economía global.
“Hoy nos enfrentamos a una crisis sin precedentes”, aseguró Georgieva en un discurso publicado hoy. “El Covid-19 ha perturbado el orden social y económico a una velocidad fulgurante y a una escala que no hemos visto jamás”, continúa.
El FMI hará público la próxima semana su informe de perspectivas para la economía, pero anticipa ya que el crecimiento mundial este año “se tornará marcadamente negativo”. “De hecho, anticipamos las peores secuelas económicas desde la Gran Depresión”, sentencia Georgieva.
Hace sólo tres meses, en su último informe de previsiones, el FMI pronosticaba que más de 160 de los países miembro elevaran sus ingresos per cápita. Hoy, la perspectiva es la contraria: más de 170 países reducirán su ingreso per cápita este año.
La economía podría comenzar una recuperación parcial en 2021 si la pandemia se disipa en la segunda mitad de este año
El riesgo es todavía mayor en los mercados emergentes y de bajos ingresos (África, Latinoamérica y gran parte de Asia) ya que sus sistemas sanitarios son más débiles, tienen menos recursos y están expuestos a una “gran presión externa”.
“En los últimos dos meses -recuerda Georgieva-; han salido de los mercados emergentes 100.000 millones de dólares de inversiones de cartera, más de tres veces más que en el mismo periodo de la crisis financiera mundial”.
Pese al fuerte impacto, la economía podría comenzar a recuperarse parcialmente en 2021 si la pandemia se disipa en el segundo semestre del año. “Pero subrayo que existe una tremenda incertidumbre en torno a las perspectivas: podrían empeorar en función de muchos factores variables, incluida la duración de la pandemia”, sentencia la economista búlgara.
Finalmente, Georgieva propone un plan de cuatro puntos para “construir el puente hacia la recuperación”: continuar con las medidas de contención; proteger a las personas y empresas afectadas con medidas fiscales y para el sector financiero “amplias, oportunas y focalizadas”; reducir la tensión del sistema financiero y evitar el contagio y planificar la recuperación.