El brexit: ¿la historia de nunca acabar?
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Pasó el 31 de octubre y, luego de semanas de expectativas, amenazas, dimes y diretes, y acuerdos no aprobados, la historia del brexit no tuvo un final como se esperaba. Ahora, la fecha límite es el 31 de enero de 2020 y, por lo tanto, ahora es que hay suficiente tela por cortar sobre este polémico tema.
La propuesta de un nuevo deadline vino desde la Unión Europea (UE), como especie de salvavidas para el primer ministro británico Boris Johnson que estaba entrampado, luego de que el Parlamento británico bloqueara toda posibilidad de dar luz verde al acuerdo fijado entre Londres y Bruselas, mediante el cual tras de más de 40 años Reino Unido hubiese salido de la Unión Europea el pasado 31 de octubre en un parto no doloroso.
Pero esto nunca ocurrió y ante la nueva extensión otorgada desde la UE, Johnson ha puesto la mira en un nuevo objetivo: la convocatoria a elecciones generales que se celebrarán en diciembre próximo. Su jugada apunta a obtener una nueva mayoría en el parlamento británico, lo cual le permitiría de una buena vez ponerle ese punto final que tanto le ha costado al asunto del brexit.
Johnson sabe bien que el brexit es un arma de doble filo y que ya significó el fracaso y la dimisión de su antecesora Theresa May. Pero ahora va con todo a estos comicios, sabiendo tambien que cuenta con un equipo negociador que lo ha hecho mejor que los anteriores, y que logró hace unas semanas un acuerdo con la Unión Europea que permitíría la eliminación del mecanismo para evitar una frontera física entre Irlanda e Irlanda del Norte, conocido como «salvaguarda», reemplazándolo por el compromiso de que Irlanda del Norte seguiría en la Unión Aduanera y bajo las reglas del mercado único común, al menos hasta resolver una futura relación comercial, prevista para una segunda fase del brexit.
Ventaja electoral
A pesar de todo, se puede decir que por los momentos Boris Johnson está tranquilo. Sabe que la mayoría de las encuestas le dan una clara ventaja al Partido Conservador en las elecciones previstas para el 12 de diciembre.
Además el primer ministro británico ha logrado aglutinar a su favor buena parte del voto pro-brexit, con lo cual ha podido arrinconar a los radicales anti-UE de Nigel Farage, líder del partido del brexit, quien lo ha amenazado públicamente con que retire su acuerdo de salida de la UE antes del 14 de noviembre o presentará candidatos en las circunscripciones. Ya en 2016, Farage, entonces líder del Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP), presionó al primer ministro David Cameron para que convocara ese año el referéndum sobre la salida del bloque comunitario.
Por otro lado, Johnson tampoco pareciera preocuparse por el bando político que es partidario de seguir en la Unión Europea, el cual se encuentra actualmente dividido entre laboristas, liberal-demócratas, verdes y nacionalistas.
Así que, de concretarse los sondeos a favor de Johnson, éste podría obtener 35% de los votas y así lograría alcanzar una mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes, gracias al sistema electoral británico que beneficia a los partidos más votados.
No obstante siempre está el factor sorpresa, ese que dejó a Theresa May sin una mayoría parlamentaria en las elecciones de 2017, luego de gozar de una gran ventaja en las encuestas.
Por ahora, las proyecciones elaboradas por bancos como Morgan Stanley y Goldman Sachs le otorgan un 75% de probabilidades a que Johnson sellará el acuerdo del brexit con la Unión Europea en la nueva fecha establecida el 31 de enero de 2020. Estas instituciones creen que las opciones de que Reino Unido siga en la UE son de 20%, y dejan apenas un 5% al escenario de una ruptura sin llegar a ningún tipo de acuerdo.
David Rodríguez Andara