El aislamiento por COVID-19 ha disparado las compras online
Poco a poco las calles del mundo se vacían para enfrentar la pandemia que en la actualidad nos aflige y, con eso, llega el aumento de las compras a través de internet.
Amazon es de las empresas que más está notando esto último, con tantos pedidos a domicilio en los últimos días que van a contratar 100,000 empleados adicionales sólo en ese país para satisfacer el aumento de la demanda.
El brote de coronavirus ha provocado que la demanda sea más alta de lo habitual en almacenes y entrega a domicilio de la gigante empresa de comercio en línea. Según han anunciado en un comunicado oficial, aumentarán en 100,000 los trabajadores a tiempo completo o parcial dentro de la empresa.
El anuncio se da cuando en Estados Unidos ya se han registrado más más de 6 mil casos de infectados y más de 100 muertes por el COVID-19.
La compañía insta a los trabajadores de otras industrias cuyos trabajos se han visto en peligro como resultado del coronavirus a aplicar. También a los miembros de las industrias de hostelería, restauración y viajes que son algunas de las más afectadas por el COVID-19 actualmente.
Trabajo en remoto, videollamadas y compras online
Empezando por la propia Amazon, muchísimas empresas tecnológicas y de otros sectores están animando y hasta obligando a sus trabajadores a realizar sus tareas desde casa y en remoto par frenar el brote de COVID-19. Como resultado, sectores como el e-commerce se han disparado ya que permiten a los usuarios hacer sus compras in tener que abandonar el hogar. Lo mismo ocurre con apps para trabajar en remoto o apps para videollamadas. Houseparty por ejemplo está siendo un éxito total en las tiendas de aplicaciones móviles.
Sin embargo, ¿existe algún riesgo al comprar productos en linea? Según Nerea Irigoyen, jefa de un grupo de investigación del Departamento de Patología de la Universidad de Cambridge, “el riesgo cero no existe, pero sí es muy bajo en el caso de las compras online. El virus puede sobrevivir varias horas en ciertas superficies como acero inoxidable y plástico pero depende mucho de su carga inicial”. Asimismo, afirma que “la posibilidad de que un artículo se contamine por un virus y que posteriormente infecte a un comprador es remota”.
