De Inditex a Matchesfashion, ¿quiénes son los firmantes del Fashion Pact?
Everybody&Everyone, Fashion3, Ruyi o Matchesfashion también firmaron el Fashion Pact. En España, estas compañías no tienen la popularidad de Inditex, H&M, Adidas o Carrefour, pero su peso en el futuro de la moda será tan determinante como el de los gigantes del sector con los que firmaron el documento.
La relevancia del Fashion Pact, más allá de estar apadrinado por el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, es que dicta la hoja de ruta de la sostenibilidad en la industria de la moda, el abc de la estrategia a seguir para cualquier grupo, sea del tamaño que sea, en esta materia. ¿Quiénes son, por tanto, los 32 que han definido la moda eco?
Adidas
La compañía alemana ha sido uno de los abanderados en esta cuestión, investigando en el desarrollo de nuevos materiales sustitutos de la piel. En 2016, la empresa desarrolló junto con Parley for the Oceans unas zapatillas elaboradas con desechos plásticos del mar. En paralelo, el grupo ha ido incrementando el uso de algodón sostenible, poliéster y nylon reciclado. Adidas fue de las primeras empresas en eliminar el uso de PVC y, en 2013, trazó un plan para erradicar de su cadena de valor el uso de químicos tóxicos, como el PFC. En el punto de venta, el gigante de la moda deportiva dejó de entregar bolsas de plástico de un único uso.
Bestseller
Este gigante danés de la moda, con ventas de 3.300 millones de euros en 2018, ha afianzado su crecimiento a través del canal multimarca, con marcas como Vero Moda, Name It o Jack&Jones. En esta última etapa, la compañía ha reforzado su expansión a través del monomarca con aperturas de tiendas propias. La compañía, que sigue en manos del empresario Anders Holch Povlsen, trabaja en los principales lobbies globales de la moda eco, como la Sustainable Apparel Coalition, Ellen McArthur Foundation o la incubadora Fashion for Good.
Burberry
Dentro del lujo, Burberry también ha querido liderar la transformación digital de la gama más alta. La compañía británica fue una de las pioneras en su categoría en entrar en el índice bursátil de las empresas sostenibles Dow Jones en 2015, cuando aún estaba pilotada por Christopher Bailey. Sin embargo, el grupo dio un paso adelante en este ámbito después de que en 2018 saliese a la luz el valor de los artículos que destruyó en el ejercicio anterior: 28,6 millones de libras, el triple que sólo tres años atrás. A raíz de aquella polémica, el grupo se comprometió a dejar de destruir los artículos que no vendía, además de eliminar el uso de pieles en sus colecciones.
Capri
Michael Kors cambió el nombre de su matriz a Capri a finales de 2018 tras cerrar la adquisición de Versace y un año después de hacerse con Jimmy Choo. En poco menos de dos años, Michael Kors pasó de ser el último fenómeno súperventas del lujo estadounidense a erigirse como un nuevo conglomerado del sector, con miras a generar ingresos de 8.000 millones de dólares a medio plazo. En el ámbito de la sostenibilidad, ni el hólding ni su firma insignia habían destacado. Hasta la firma del Fashion Pact, uno de los pocos compromisos que había realizado el grupo hasta el momento fue eliminar la peletería de sus colecciones.
Carrefour
La gran distribución firma codo con codo con el lujo el Fashion Pact. El gigante francés de los hipermercados empezó a introducir códigos de buenas prácticas en su cadena de suministro de la alimentación y más adelante empezó a trabajar en los residuos, con la introducción del plástico reciclado para los envoltorios. En moda, hasta ahora Carrefour no había anunciado ninguna estrategia en concreto. La empresa, no obstante, sí cuenta con un plan a 2025 para reducir las emisiones de CO2 al 40% y minimizar los desechos de comida. El grupo, con ventas de 78.897 millones de euros en 2018, genera ya más de la mitad de su negocio fuera de Francia, donde opera en otros países europeos, Latinoamérica y Asia.
Chanel
La histórica del lujo francés, con ventas de 11.100 millones de dólares en 2018, ha entrado hace poco en la sostenibilidad. La compañía, que sigue en manos de la familia Wertheimer, presentó en su informe de gestión de 2018 Report to society su compromiso de “construir un modelo de negocio más sostenible para el lujo”, aliándose con los objetivos para el desarrollo sostenible (ODS) de Naciones Unidas, iniciando la investigación en nuevos materiales, buscando alianzas con comunidades locales, mejorando su cadena de suministro y, colaborando con start ups en busca de tecnologías para acelerar en este ámbito en la producción y en el retail.
Everybody&Everyone
Poco se sabe de esta compañía que se presenta como eco innovadora, pero de la que apenas se conoce que tiene sede en Nueva York y que su misión “es hacer más fácil a las mujeres reducir el impacto colectivo sobre el planeta”. Según explica la propia empresa a través de su cuenta de Linkedin, Everybody&Everyone está respaldada por un family office que está también detrás de dos gigantes del retail de moda. Se trata de una empresa con base tecnológica que introduce en la cadena de valor todos los avances técnicos que se están realizando en este sentido con miras a que los grandes grupos puedan operar de manera más eficiente y sostenible.
Fashion3
El grupo francés Mulliez, propietario de Pimkie o Kiabi, pero también de los hipermercados Auchan o la cadena Decathlon, entre otros negocios de retail, reordenó sus firmas a mediados de 2017 y creó la sociedad Fashion3 para aglutinar parte de su negocio de moda. Así, bajo Fashion3 se encuentran las cadenas Pimkie, Orsay, Rouge Gorge, Happychic (Jules, Brice, Bizzbee) y Grain de Malice. Hasta el momento, ninguno de los grupos de la familia Mulliez había hecho público ningún plan de sostenibilidad. De hecho, Pimkie, la firma más internacional de Fashion3, encaró el año pasado un proceso de reestructuración que incluyó más de 200 despidos y el cierre de cerca de cuarenta establecimientos en Francia.
Ferragamo
Dentro del lujo, la italiana Salvatore Ferragamo fue una de las primeras en lanzar una memoria de sostenibilidad cada año desde 2014, en base a las directrices de la Global Reporting Initiative (GRI). La empresa cerró 2018 con ventas de 1.347 millones de euros y un beneficio neto de 88,4 millones de euros, cuenta con 672 tiendas y opera en noventa países. En los últimos meses, el grupo ha estado inmerso en una reordenación de su cúpula tras el fichaje de Micaela Le Divelec, procedente de Kering, como consejera delegada.
Fung Group
Con sede en Hong Kong, Fung Group es uno de los mayores hóldings de moda del planeta. La empresa es propietaria de Li&Fung, el mayor grupo de producción textil del mundo, con una cifra de negocio de 12.700,7 millones de dólares en 2018; LH Pegasus, una joint venture con Hony Capital para el aprovisionamiento en belleza, moda y mobiliario; Global Brands Group, uno de los mayores gestores de licencias del mundo, y Fung Retail Group, con varios negocios de distribución en Asia.
Galeries Lafayette
Galeries Lafayette es el mayor grupo de grandes almacenes de Francia y uno de los mayores de Europa. La empresa, además de controlar los 280 complejos de la cadena que le da nombre, es también dueña de BHV/Marais, La Redoute, Eataly Marais, Louis Pion, Guérin Joaillerie y el ecommerce BazarChic. El grupo es uno de los históricos del retail francés, cuyos orígenes se remontan a 125 años atrás. La empresa sigue en manos de la familia fundadora y suma una cifra de negocio anual de 4.500 millones de euros. En 2018, los grandes almacenes se subieron a la ola eco con la puesta en marcha del proyecto Go for Good, para dinamizar la presencia de marcas de moda sostenible, apadrinado por la diseñadora británica Stella McCartney.
Gap
El gigante estadounidense de la distribución de moda ha ido siguiendo de cerca los movimientos de sus principales competidores en sostenibilidad, sobre todo de Inditex y H&M. Gap está presente en los principales lobbies de la moda eco y cuenta desde hace tiempo con su propia memoria de sostenibilidad. Uno de sus últimos compromisos al respecto fue marcarse 2025 como fecha para que todo el algodón de su producción procediera de fuentes sostenibles.
Giorgio Armani
La compañía italiana de lujo ha sido una de las sorpresas del lujo en adherirse a este pacto. La empresa, que sigue en manos del diseñador homónimo, apenas ha comunicado su estrategia en sostenibilidad. El grupo se encuentra desde hace un par de años en un profundo proceso de reestructuración, de descenso de ventas y de rentabilidad. En 2018, la compañía concluyó una simplificación de su cartera de marcas. Giorgio Armani cerró este último ejercicio con ventas de 2.100 millones de euros y un beneficio neto de 152 millones de euros.
H&M
El segundo mayor grupo de distribución de moda del mundo por cifra de negocio, superado sólo por Inditex, se ha erigido como uno de los abanderados en la sostenibilidad en moda. La compañía sueca ha sido de las primeras en su ámbito en introducir nuevos materiales sostenibles en sus colecciones, en monitorizar su cadena de aprovisionamiento, en trazar un plan para reducir su impacto medioambiental y en apostar por un sistema circular. H&M también ha sido de las pioneras en entrar en el capital de start ups tecnológicas para avanzar en este sentido.
Hermès
Hermès, uno de los puntales del lujo francés, entra por primera vez con fuerza en el ámbito de la sostenibilidad con la firma de este pacto después de haber salido bastante mal parada en los ránkings que realizan empresas especializadas en estudios de mercado u ONGs. La compañía, que rozó en 2018 los 6.000 millones de euros en ventas y registró un beneficio neto de 1.405 millones de euros, concentra gran parte de su producción en Francia, lo que garantiza el cumplimiento de la normativa europea en materia laboral y de producción, pero no ha comunicado hasta el momento ninguna memoria de sostenibilidad ni ha hecho pública ninguna acción en este cometido.
Inditex
El gigante español de la moda, el mayor grupo de distribución del sector por cifra de negocio, ha ido adentrándose en el ámbito de la sostenibilidad en los últimos años. Tras aliarse con el Massachussets Institute of Technology y varias universidades españolas para investigar en circularidad, Inditex ha creado este año una comisión de sostenibilidad en el consejo de administración y ha vinculado su bonus a directivos a sus avances en sostenibilidad. Por otro lado, en el apartado social, el grupo fue uno de los abanderados en el cumplimiento de los derechos laborales en la cadena de valor con la firma en 2007 del Acuerdo Marco con IndustriAll.
Karl Lagerfeld
Propiedad del fondo de inversión Apax Partners, la firma del mítico diseñador fallecido este año entra también en el pacto del Elíseo sin antes haber dado señales de interés por la sostenibilidad. La compañía, fundada en 2006, tiene sede en París y está pilotada por Pier Paolo Righi. En 2014, el grupo estadounidense de distribución PVH tomó una participación en el capital. A pesar de contar con su propia marca, la única referencia a la sostenibilidad que realizó el Káiser fue refiriéndose a Chanel y el lujo.
Kering
El conglomerado francés del lujo, propiedad del empresario François-Henri Pinault y dueño de marcas como Gucci, Yves Saint Laurent o Balenciaga, tomó las riendas hace unos años de avanzar el lujo hacia la sostenibilidad. Kering se reafirmó en esta apuesta en 2012 con el fichaje en 2012 de Marie-Claire Daveu al frente de la estrategia en sostenibilidad y asuntos institucionales. La ejecutiva se unió al grupo tras una trayectoria profesional en el sector público donde ocupó un puesto de responsabilidad en el Ministerio de Ecología entre 2007 y 2012. En el ámbito privado, la directiva había estado al frente de la política en sostenibilidad del grupo farmacéutico Sanofi.
La Redoute
Propiedad de Galeries Lafayette desde 2018, La Redoute es de las pocas plataformas de ecommerce que sellan este pacto. La empresa ha sufrido en la última década una profunda transformación, al pasar de un negocio histórico de venta por catálogo a competir con el resto de marketplaces de moda. Antes de pasar a manos del grupo distribución, La Redoute había sido propiedad de Kering, que la vendió a dos de sus directivos y a sus trabajadores.
Matchesfashion
En la actualidad, Matchesfashion es uno de los marketplaces de diseñadores de moda de referencia propiedad del grupo de inversión Apax Partners, que lo compró en 2017. Sin embargo, sus orígenes se remontan a mediados de los ochenta, cuando la compañía abrió sus puertas como multimarca en Londres. El año pasado, la empresa registró ventas récord de 293 millones de libras, un 43,7% más que en 2017. La empresa comercializa en la actualidad alrededor de 450 firmas en 176 territorios.
Moncler
La compañía italiana de lujo, especializada en prendas de abrigo, fue fundada en 1952 y cotiza en la bolsa de Milán desde 2013. Con ventas de 1.420 millones de euros en 2018, la compañía cuenta con su propia estrategia de sostenibilidad, cuyos pilares son la promoción de un empleo cualificado, la mejora de la seguridad y el respeto al medio en la cadena de valor, reducir el impacto medioambiental y el desarrollo económico de comunidades locales. Moncler está alineada también con los ODS de Naciones Unidas.
Nike
El gigante de la moda y el material deportivo es también uno de los pioneros en sostenibilidad. La compañía, con ventas de 39.100 millones de dólares en 2018, fue también de las pioneras en mover ficha en sostenibilidad desde todos los ángulos. De hecho, sobre Nike cayó la primera crisis de reputación a mediados de los noventa con la publicación del primer reportaje que evidenciaba la mano de obra infantil en las cadenas de suministro de los grandes grupos de la moda. Nike forma parte también de la mayoría de lobbies que avanzan en acelerar la sostenibilidad en moda.
Nordstrom
El grupo estadounidense de grandes almacenes, uno de los históricos de su país, se encuentra inmerso en la digitalización de su negocio. La compañía, una de las que mejor ha sorteado el Apocalipsis retail en su país, cerró 2018 con ventas de 15.480 millones de dólares, un beneficio neto de 564 millones de euros y un total de 379 complejos. Nordstrom elabora cada año su memora de responsabilidad social corporativa. Su estrategia en este ámbito se basa sobre todo en cuidad de las comunidades locales y en reducir el impacto en el medio ambiente.
Prada
La compañía, en manos de Miuccia Prada y Patrizio Bertelli, continúa siendo uno de los referentes del lujo italiano. Con una facturación de 3.142 millones de euros en 2018, Prada ha enfocado su estrategia en los últimos años a su transformación digital. El grupo, que cotiza en bolsa desde 2011, publica desde 2016 su memora de sostenibilidad, centrada ante todo en la diversidad y la inclusión, en el respeto al medio ambiente, y en la conservación de la cultura.
Puma
El grupo de moda deportiva, en el seno de Kering hasta 2018, cuando dio el salto a bolsa, también viene realizando desde hace años un esfuerzo por mejorar en sostenibilidad. La compañía, que cerró 2018 con ventas de 1.226 millones de euros, dio un paso al frente en este ámbito en 2013 cuando trazó sus primeras líneas estratégicas al respecto y elaboró sus primeras cuentas de pérdidas y ganancias ambientales. Dos años después, la compañía se marcó los objetivos a 2020, entre los que se encuentran eliminar químicos tóxicos, controlar el uso del agua, reducir emisiones o mejorar la seguridad en la cadena de suministro, entre otros.
PVH
El dueño de Tommy Hilfiger y Calvin Klein expuso en el último Copenhagen Fashion Summit su estrategia en materia de sostenibilidad. La compañía, que cerró 2018 con ventas de 9.657 millones de dólares, centra su política eco en base a tres ejes: reducir a cero todos los impactos medioambientales, impulsar todos aquellos positivos y dar soporte a los empleados de su cadena de valor. PVH puso también un calendario con hitos a cumplir a 2025, como la eliminación de tóxicos y microfibras, y a 2030, como reducir los desechos a cero.
Ralph Lauren
El grupo estadounidense, que concluyó su último ejercicio fiscal con ventas de 6.131 millones de dólares, ha dado un paso al frente este mismo año en materia de sostenibilidad con la puesta en marcha del plan Design the Change, en el que se compromete a utilizar el 100% de su materia prima de fuentes sostenibles en 2025, además de avanzar en economía circular. El grupo también se compromete a eliminar el uso de tóxicos, a utilizar plástico reciclado y trabajar con energías renovables.
Ruyi
Ruyi es uno de los hóldings verticales de la moda de reciente creación. La compañía china ha ido engordando su cartera en los últimos años a golpe de talonario, haciéndose con empresas de diferente perfil en Europa y en Estados Unidos. De origen industrial, Ruyi ya era de los mayores fabricantes de textil y confección en China antes de salir de compras. Con sede en Jining y trece parques industriales, la empresa se hizo en poco más de un año con el grupo francés SMCP, las británicas Aquascutum y Taylor&Lodge, y entró en el capital de Carloway Mill, uno de los pocos fabricantes de tweed Harris de Escocia. El año pasado, el grupo cerró la adquisición de Invista, el propietario de Lycra, y de Trinity, la filial de lujo de Fung Group, dueña de Kent&Curwen, Gieves&Hawkes o Cerruti 1881.
Selfridges Group
Este es el único grupo británico de grandes almacenes en firmar el pacto. La empresa parece ser también de los pocos retailers del país en dar esquinazo a la reestructuración de sus redes de retail. En su ejercicio 2017-2018 (finalizado el 8 de febrero de 2018), la empresa creció un 11,5%, hasta 1.750 millones de libras. Selfridges cuenta también con una estrategia en sostenibilidad en base a tres pilares: la protección de los océanos, la relación con sus proveedores, y el impacto que tienen en el medio.
Stella McCartney
En el ámbito del diseño de moda, Stella McCartney se ha convertido en una autoridad en el ámbito de la sostenibilidad. La diseñadora británica fue de las primeras en eliminar de sus colecciones la peletería y en investigar en el uso de materias primas sostenibles. Hace unas semanas, el gigante francés del lujo LVMH entró en el capital de la empresa como socio mayoritario después de que la diseñadora se hiciera de nuevo con el 100% de la compañía, que desde 2001 operaba mediante una joint venture con Kering. Con esta operación, LVMH retomaba su apuesta por la sostenibilidad después de la caída de la mara Edun.
Tapestry
Coach se convirtió en Tapestry en 2017 después de comprar Stuart Weitzman y Kate Spade. La compañía, con una cifra de negocio de cerca de 6.000 millones de dólares, también ha presentado este año su estrategia en sostenibilidad con una primera batería de objetivos a 2025. Entre estos retos se encuentra reducir en un 20% las emisiones de CO2, que el 90% de su piel proceda de curtidurías ecológicas y tener la trazabilidad del 95% de sus artículos, entre otros.
Zegna
La compañía italiana es una de las sastrerías de mayor trayectoria, cuyos orígenes se remontan a 1910. La empresa, que sigue en manos de la familia fundadora, produce también líneas de trajes para hombre para terceros. El grupo concentra más de la mitad de su negocio en China y cerró 2018 con ventas de 1.160 millones de euros. Por el momento, los primeros pasos que ha dado la empresa en sostenibilidad se han centrado en introducir materiales de origen sostenible en sus colecciones.