Manual de sobrevivencia para un enero largo

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Pensabas que el mundo se acababa en Navidad, pues no. Cinco pasos para que tu bolsillo se sane

Lo sé, pensaste que solo se vive una vez y disfrutaste hasta más no poder de tus ingresos extra y tu tiempo libre. Tu casa se parecía a la misma escenificación del nacimiento del Salvador del Mundo, la cena fue suculenta y encima hiciste algunos viajes (dentro y fuera de la República) que no estaban en el presupuesto.

El resultado es un clásico de Año Nuevo: enero se convierte en los 31 días más largos del calendario porque has dilapidado tus ingresos en cosas que no necesitas, para satisfacer la presión social de un entorno que no es tan importante para ti.

Si esta es tu situación, cientos de miles de familias te acompañan en República Dominicana. El “largo enero” es una tradición tan arraigada como el pavo de Noche Buena o los juguetes del Día de los Santos Reyes. Lo bueno es que estos cinco pasos te pueden ayudar, en cuestión de un mes, a recuperarte y evitar que enero de 2021 sea igual de desafortunado.

Mírate al espejo financiero

Encuéntrate a ti mismo en tu realidad. Admite que tu consumo excesivo de diciembre te ha alcanzado en enero, lo cual es tu culpa y no la de tu jefe, el Gobierno o el sistema. En mis momentos de dificultad, me sirve sacar un bolígrafo y un papel, para describir mi problema actual y las causas que me llevaron al hoyo.

Al asumir tu propia responsabilidad, estarás más abierto a emprender los pasos difíciles que vienen a continuación y, más importante aún, no te pasará de nuevo.

La angustia no resuelve nada

Parte de las razones por las cuales escribir en bolígrafo y papel tu situación actual es que puedes comenzar a esbozar soluciones sin preocuparte. El estrés y la angustia, o afán en términos bíblicos, no te lleva a ninguna salida. Lo fundamental es estar sereno a la hora de abordar los problemas que caracterizan las golpeadas finanzas de un enero largo. ¡Respira!

Dale un descanso a tu tarjeta de crédito

Deja de lado tus gustos y deseos mientras tu bolsillo encuentra el equilibrio. Una estrategia efectiva para esto es dejar en la gaveta las tarjetas de crédito, al menos por un mes. Claro, esta recomendación aplica sobre todo para quienes están en riesgo de un endeudamiento que les puede ir de las manos.

Planifica cada deuda

Anota cada una de tus deudas, cuánto debes, a quién le debes y a cuánto tiempo. Entonces, apunta la manera en la que saldarás cada compromiso o de qué manera te sentarás con tus distintos acreedores para adquirir más tiempo.

Recuerda que hay tres salidas al endeudamiento excesivo: aumentar los ingresos, disminuir los gastos y/o acordar con los acreedores formas de pago más viables. No lo olvides, el que debe, o paga o ruega. Te garantizo que anotar, sinceramente, tus distintas deudas te facilitará el desarrollo de estrategias para salir adelante.

Ten un mejor plan para el año próximo

¿Cómo puedes evitar este infortunio en enero de 2021? Cambia tus hábitos de consumo, en especial lo que tiene que ver con gastar más dinero del que ganas. La mejor forma de propiciar esto es elaborar un presupuesto adecuado a tus necesidades.

Es sencilla la redacción del presupuesto familiar o personal. Empieza anotando todos tus gastos fijos y variables, compara esa información con tus ingresos mensuales fijos o el promedio de tus ganancias variables. Si notas un superávit, estás en la obligación de recortar expendios o de ganar más dinero.

Para algunos, enero es largo, triste y pobre, pero la educación financiera nos puede liberar de la resaca de Navidad que sufren nuestros bolsillos.

Por: @cguisarre

El que debe paga o ruega

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Estrategias de escape cuando estamos en el tanque del sobreendeudamiento

Tomar un préstamo aquí y allá no es negativo, siempre que sepamos cómo lo vamos a pagar y, efectivamente y sin excusas, paguemos. La deuda es un instrumento que bien utilizado no ayuda a crecer y a lograr metas importantes. Después de todo, no se concibe que una familia trabajadora se haga de su casa propia sin una hipoteca.

No obstante, en la medida en la que abusamos de nuestra capacidad de endeudamiento, damos tarjetazos y compramos a plazos, hacemos algo similar al que se viste con una camisa de fuerza, entra en un tanque con agua y pide que le cierren la compuerta con candado.

Cada préstamo que tomamos sin consciencia es un nudo en nuestra camisa de fuerza. Los intereses llenan el tanque como agua y si encima una situación adversa, como la enfermedad o el desempleo, merma nuestra capacidad de pago, por lo que al estar sobre endeudados podemos ahogarnos (incluso literalmente) dentro de un tanque en el que nosotros mismos entramos.

Hay tres vías de salida de esta situación apremiante: aumentar los ingresos, disminuir los gastos y hacer acuerdos con nuestros acreedores. Amigos no hay más, el que debe paga o ruega. Estrategias que no respondan a estos tres principios pudieran caer en categorías como la estafa o el engaño. Vamos a explicar cada una de estas puertas hacia la libertad de la deuda.

Ganar más dinero

Parte de las razones por las que no podemos salir del tanque del endeudamiento a veces tiene que ver con que los gastos fijos nos ahogan. ¿Podemos cortar el teléfono? Quizás. ¿Es factible sacar a los niños del colegio? ¡No es tan fácil, lo sé!

La vía más afortunada de liberarnos del endeudamiento consiste en obtener más ingresos. Ya tienes tu trabajo fijo, es cierto, pero tal vez hay algo que puedas hacer para conseguir dinero extra. Conozco un ingeniero en informática que en sus noches, fines semana y días de asueto arregla computadoras, laptops para ser más específico. Con el tiempo, no sólo se liberó de sus deudas, sino que descubrió un negocio rentable que le deja satisfacciones.

Una abogada amante de la buena ortografía, para la cual su salario dejó de ser suficiente porque la ahogaban las deudas, propagó la voz de que revisa tesis y trabajos universitarios especiales. Más adelante su espectro fue ampliado hacia libros y diversas publicaciones. Su energía la llevó a salir de su propio tanque de endeudamiento.

Algún potencial tienes. Una habilidad, tiempo para compartir, la receta de un buen flan de leche, algo. Lo que menos crees puede ser la llave para salir del tanque.

 Sacrificio a escala monástica

Me gustaría hablarte de las diferencias entre una necesidad, un gusto y un deseo. La necesidad es un elemento sin el cual mi equilibrio personal se tambalea; la comida y el techo son necesidades. El gusto es una necesidad que satisfacemos con un mayor estándar, por ejemplo, necesitamos vestir, pero en la medida de lo que cuesta esa ropa, pasa de una necesidad a un gusto. El deseo es un bien o servicio que satisface nuestra apetencia, pero ese elemento no alteraría nuestro equilibrio personal en caso de ignorarlo.

Quien está dentro del tanque del endeudamiento solo se concentra en las más estrictas necesidades y da la espalda a sus gustos y deseos. Debes disminuir tus gastos. ¿Es fácil? No, porque ya sé que estás acostumbrado a salir con tu familia a comer todos los domingos. Pero tal vez tengas que cocinar en casa mientras pagas tus deudas.

 Dar la cara con valor, y soluciones

Simple, el que debe: o paga o ruega. Da la cara a tus acreedores. Háblales de tu situación y diles que te esfuerzas por incrementar tus ingresos y disminuir tus gastos. Si debes varias tarjetas, detén el pago con plástico y busca (si aplicas) un préstamo de consolidación de deuda. La clave con esta salida es que debes cambiar tu mentalidad, no debes caer en el consumismo de nuevo cuando te veas fuera del tanque.

Si se trata de una hipoteca y piensas que vas a perder tu casa, puedes ir al banco, explicar tu situación y plantear una extensión. Esto te conviene, porque disminuyen las cuotas y te da tiempo, mientras aumentas tus ingresos y/o disminuyes tus gastos. También le conviene al banco, porque te cobrará más intereses.

Al deberle a una persona, invítala a que vea tus esfuerzos y recálcale que quieres pagar, te concentras en pagar y vas a pagar. Si el problema es con un prestamista, pídele a alguien de tu confianza que te rescate con un crédito de bajos intereses y no vueltas a recurrir al “módico 20 (% semanal)”.

Sobre todo, si no puedes salir del tanque, pide ayuda. Disfruta de tu fin de semana, aunque estés endeudado.

Por: @cguisarre

¿Me conviene entrar a un negocio de multinivel?

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Y otras cuatro preguntas que debes hacerte antes de ser socio de una red de ventas

Los negocios de multinivel se basan en dos pilares, al menos de manera consistentes: el marketing directo y las redes de ventas. El marketing directo promueve que los productos sean vendidos por personas físicas directamente a otras personas, sin la intermediación de comercios, tiendas o líneas logísticas; sería la corporativización de las ventas por catálogo que son comunes en los barrio. Las redes de ventas se forman invitando a otras personas a formar parte del marketing directo, con el incentivo de una comisión para los invitadores, por el valor que aportan los nuevos integrados.

De acuerdo con la Federación Mundial de Ventas Directas, el volumen de negocios por concepto del multinivel se calcula en US$183,000 millones por facturación bruta cada año, a nivel global. Es en aproximado 28 meses de producto interno bruto dominicano.

Si bien las ventas directas son una gran idea para empoderar a comerciantes individuales, acercar el producto a los consumidores y reducir las tarifas de publicidad, intermediación y gestión logística, la manera en la que se articulan las redes de ventas ha generado preocupación en defensores del consumidor, procuradores de justicia y supervisores financieros en distintos países como Estados Unidos, India o Turquía, por solo mencionar algunos.

Es que algunas plataformas de multinivel se enfocan más en motivar a su audiencia a reclutar personas, antes que vender los productos, lo que se supone es el corebusiness de las ventas directas. La comisión por sumar socios y el otorgamiento de escalafones elevan las alarmas.

Sin embargo, los negocios multinivel funcionan para mucha gente. Las condiciones de una baja inversión, asesoría constante y un grupo de apoyo para cumplir metas ha satisfecho la necesidad de asociación, de al menos 30 millones de estadounidenses según la Fundación AARP.

Aunque se estima que cientos de miles de dominicanos permanecen en alguna red de ventas, hay cuatro preguntas que debes responder antes de entrar en un negocio de multinivel.

¿Compraría yo ese producto, a ese precio?

Te dicen que lo que venden es de alta calidad y no hay que dudarlo, se escuchan pocas objeciones a estos productos, en comparación con las ofertas que se encuentran en el mercado.

El primer indicio de que pudieras (o no) comercializar una línea de productos, es responderte de manera sincera, sin la emoción de la reunión a la que te invitaron, si de verdad comprarías alguno de esos bienes, al precio planteado.

¿Contactaría yo a 20 personas, todos los días?

Y más importante, ¿me gusta que me estén contactando para venderme algo o hacerme parte de una red de ventas? Para tener éxito en estas plataformas, la clave es incluir a la mayor cantidad de personas posible y para esto hay que contactar a la mayoría de los conocidos. Se lee rápido en este párrafo, pero requiere de un tiempo y energía que no tiene todo el mundo.

¿La inversión inicial sobrepasa los US$200?

Las plataformas de multinivel justifican una inversión inicial para ser parte del negocio por estas razones: es necesario comprometer a las personas, el registro incluye algunos productos de regalo, tiene un costo registrar a alguien y quien le ha invitado merece una comisión.

No obstante, cuando esa inversión sobrepasa ciertos límites, comienza a parecerse a lo que la comisión estadounidense de defensa del consumidor llama una “pirámide basada en el producto”, donde prometen ganas extraordinarias solo por hacer esa inversión, ten cuidado.

¿Es necesario hacer compras habituales para mantener la membresía o el status?

Pregúntale a quien te invita si una vez hecho socio, con el pago de la inversión inicial, estarías compelido (obligado) a hacer compras habituales por cierto monto, con fines de mantener tu membresía o tu status en la plataforma. Si la respuesta es sí, reflexiona sobre si tienes la capacidad económica para hacer esas comprar y si tienes necesidad de los productos que te obligas a comprar.

De nuevo, las redes de ventas y las plataformas de multinivel jerárquico funcionan para una cantidad creciente de personas, en especial como opciones al desempleo y las ansias de emprender, con las preguntas anteriores podrás examinar si estos tipos de negocios son convenientes para ti.

Por: @cguisarre

¿Qué son las AFP y qué hacen con mi dinero mientras me retiro?

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Una AFP o administradora de fondo de pensiones es una sociedad financiera cuyo principal objetivo es gestionar las cuentas personales de los trabajadores afiliados y otorgarles una pensión cuando estos finalicen su vida laboral.

Es creciente la cantidad de personas que me pregunta sobre las AFP, qué hacen, por qué simplemente no nos pensionamos como en Brasil, España o Suecia, y la cuestión más común: ¿qué hacen los fondos de pensiones de capitalización individual con los RD$3,300 millones que recaudan cada mes?

En República Dominicana, la retención que hace tu empleador para canalizarlo a tu fondo de pensiones es de un 2.87 %, mientras que la empresa para la que trabajas debe aportar un 7.10 % sobre la base de tu salario. Me explico. Si ganas 100 pesos, de eso ganas van 2.87 pesos directo a tu AFP; mientras que tu jefe tiene que aportar a tu pensión 7.10 pesos, que no salen de tu sueldo, sino la compañía tiene que añadirlos.

Con alrededor de dos millones de personas (y sus empleadores) aportando de esa manera, los fondos de pensiones de capitalización individual han acumulado un patrimonio de RD$543,109 millones, o US$10,200 millones, desde 2002 hasta octubre de 2019.

Hay dos modelos de pensiones. La pensión de reparto es el modelo más simpático, puesto que cuando lleguemos a tal edad, en mayoría de los lugares los 65, simplemente nos pagarían sin trabajar. Así viven muchos europeos que pasan sus vacaciones en Punta Cana, Puerto Plata o Samaná, ¿quién no quiere eso?

Lo que ocurre con la pensión de reparto es que retiene una porción del salario de los trabajadores actuales, con fines de pagar el retiro de los empleados jubilados. Durante 50 años fue una buena idea, hasta que las parejas de esos países dejaron de tener tres y cuatro hijos, y más bien la población sénior comenzó a equiparse a los jóvenes. Es creciente la evidencia de que la jubilación de reparto no es sostenible.

El otro modelo, al que pertenecen las AFP, consiste en la capitalización individual obligatoria. Cada empleado y su empresa están obligados a hacer los aportes antes descritos, con fines de que este dinero (más los intereses que las AFP logren) sea su pensión al cumplir 65 años.

La capitalización individual tiene algunas características

Las AFP tienen la facultad de invertir las recaudaciones en los mercados financieros, bancos, asociaciones de ahorros y préstamos y mercados de valores, con fines de que lo que nuestros empleadores y nosotros aportamos crezca en valor en el futuro. De modo que eso hacen con nuestro dinero, invertirlo con fines de que sea una cantidad aún mayor al momento de nuestra jubilación.

¿Pueden las AFP invertir en lo que quieran? No, los instrumentos de inversión que adquieran tienen que estar autorizados por la Superintendencia de Pensiones (Sipen), el regulador dominicano de este sector.

Se trata de nuestro dinero. En caso de fallecimiento, nuestros familiares pueden tramitar que esos fondos se les entreguen a manera de herencia, pagando el impuesto de 3 % a la transferencia de patrimonio sucesoral, si es que no aplican para una pensión de sobrevivencia.

Podemos consultar a nuestra AFP el monto acreditado a nuestro fondo individual y si queremos una mayor cantidad de dinero al momento de nuestro retiro, tenemos la opción de aportar cantidades por encima de lo obligatorio.

Ahora bien, sin ahorro no hay pensión, así que los trabajadores informales, los desempleados crónicos y las amas de casa quedan fuera de los beneficios de la capitalización individual, inconveniente que debe ser atendido con políticas sociales y la generosidad de los familiares.

Una de las principales medidas sociales es la pensión solidaria por vejez, que el Estado puede otorgar a una persona mayor de 60 años cuando la misma no tiene los recursos para satisfacer sus propias necesidades. El Gobierno dominicano acaba de asignar una partida de RD$500 millones o US$9.4 millones para solventar la ayuda a 1,176 personas.

¿Qué ganan las AFP? Una de sus principales retribuciones es el 30 % sobre la rentabilidad de activos que no sean certificados bancarios.

La clave para sacar el máximo provecho de este sistema es empoderarnos. Saber con certeza cuánto aportamos, cuánto hemos acumulado y en qué nuestro fondo de pensiones invierte nuestro dinero. La información es pública.

El paraíso terrenal de las pensiones de reparto fue un buen ensayo que funcionó en los países industrializados por casi 100 años pero que ya está colapsando, no ocurrirá en República Dominicana. La capitalización individual es la mejor oportunidad de un ahorro para el retiro.

¿Cómo evitar que se evapore mi doble sueldo?

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Derrota a los enemigos de tu salario 13

El evento de mayor impacto en las finanzas personales dentro de la época navideña es el salario 13, diseñado como un incentivo a la celebración de la fiesta más extensa y alegre del calendario cristiano, se ha posicionado más bien como una compensación laboral para quienes trabajan formalmente; y es tanta la presión social que reciben los empleadores, que no he sabido de ningún trabajador informal al que se le niegue su doble sueldo.

Y claro, como el que tiene un empleo cuenta con el doble, literalmente, de su poder adquisitivo, quienes están orientados hacia el consumo hacen precisamente eso, consumir el doble, en detrimento de las posibilidades que provee la duplicación de la capacidad de compra.

De la misma manera en la que se duplican las posibilidades de invertir y vivir mejor, también se duplican el dispendio, la falta de planificación y la adquisición de bienes que no necesitamos. Es que de la misma manera en la que nuestros activos tienen amenazas, el doble sueldo tiene al menos cinco enemigos que atentan contra el máximo aprovechamiento del ingreso más esperado de la nación.

Es duro leerlo, pero mi situación financiera es mi responsabilidad

¿Cuáles son los enemigos de mi salario 13? Si eres de lo que no debe ya todo su doble y planeas disfrutar de tus ingresos extra, puedes tener en cuenta lo siguiente:

  1. El cuerpo no aguanta tantas fiestas ni el bolsillo tampoco

 Evita todas las invitaciones a comer, a cenar, a desayunar, en fin. Verifica si los ‘juntes’ y convites sobrepasan la sana línea de las tres veces por semana, máximo. Lo cierto es que la saturación de festejos se revierte en fastidio y, de acuerdo al tema que nos atañe en esta clase, a gastos.

Apunta las invitaciones que te han hecho, compáralas con el presupuesto que tienes, y decide a cuáles puedes ir y divertirte. 

  1. No a todo el mundo hay que darle su doble

 Selecciona a quienes en tu entorno te han brindado un servicio eficaz y desinteresado gran parte del año, y con ellos comparte una porción (no muy grande) de tus ingresos de temporada. Algunos vigilantes, recolectores de basura y hasta parqueadores tienen el hábito de pedir “el doble” o su “Navidad” a quienes en apariencia tienen una mejor condición económica que ellos. No a todo el mundo hay que darle “su doble”.

  1. El presupuesto de los angelitos

 El adulto dominicano promedio será invitado a por lo menos cinco angelitos, un intercambio de regalo que en la mayoría de las naciones hispanas les llaman el amigo secreto. Entre el trabajo, la iglesia, el club, la promoción del colegio, entre otros espacios sociales, debes decidir en cuántos intercambios vas a participar y cuál será el límite de cada uno de ellos.

  1. ¿Será más barato en enero?

 Con nuestro poder adquisitivo navideño, lo normal es que compremos más. Precisamente esa demanda, por la fuerza de las leyes del capitalismo, hace que los precios suban. Antes de adquirir algún bien no urgente, pregúntate si estará disponible en enero y, como ese es el mes más deprimente del año comercialmente, de seguro el precio será menor.

Nota: no aplica para gomitas dulces, galletas de mantequilla, jengibre y chocolates con forma de arbolito.

  1. La presión de no ahorrar

Me has dado la excusa todo el año de que no te alcanza para ahorrar. Me imagino que ahora que tienes el doble de ingresos, podrás guardar al menos el 10 % de tu salario 13; aunque para ser justos, quizás un 20 % sea más saludable, sobre todo porque enero es largo, muy largo.

Está bien, entiendo que tal vez debes incluso tus regalías de 2023. En ese caso, regístrate para que te lleguen los Mercado Daily y Mercado Weekend, así sigamos hablando tú y yo de dinero, finanzas y más dinero, porque para hablar de la vida están los psicólogos.

Por: @cguisarre

El #BlackFriday capitaliza mis discrepancias y debilidades

53 Vistas,

La distancia entre mi yo real y mi yo ideal

Comprar es excelente. Querer o necesitar un bien/servicio y contar con las facilidades para adquirirlo es de los factores que tienen mayor incidencia en la calidad de vida. Como digo en mis charlas: el dinero no te lleva a la felicidad, pero te deja a dos esquinas y puedes llegar caminando.

El #BlackFriday es una plataforma por medio de la cual los comerciantes promueven ofertas que motivan a un incremento del consumo. La ocasión es rentable: de acuerdo con el Foro Económico Mundial, la combinación del #BlackFriday y el #CiberMonday suma US$14,500 millones en ventas brutas. Desde el inicio de esta década, el comercio nacional se suma a esta tendencia.

Esa tendencia se alimenta cuando decides comprar algo. Lo que te motiva a consumir es, algunas veces, la necesidad. Otra razón por la que consumes pudiera la persuasión que la promoción ejerce sobre ti. ¿Qué debilidades explotan las promociones? Tus discrepancias.

Tus discrepancias de personalidad consisten en la distancia entre lo que eres en realidad y lo que deseas ser, de acuerdo con los perfiles que admiras. ¿Qué te ofrecen muchas ofertas? Acortar esa distancia. De lo que trata el marketing en algunas ocasiones es de convencerte de que comprando o contratando algo te vas a convertir en eso a lo que aspiras, a reducir tus discrepancias.

Lo que me lleva a preguntarte, ¿por qué compras? ¿Necesitas lo que ves en la vitrina? ¿La presión de grupo te lleva a “comprar aunque sea algo”? Adquirir algo nuevo es una experiencia agradable, pero es más agradable aún cuando el fundamento del consumo está sustentado en las razones correctas, cuando somos responsables.

Compro responsable mente cuando…

  1. Aprovecho buenas ofertas

¿Recuerdan el #WeekendMoney de la semana pasada? Una oferta es buena si realmente rebaja el precio, quería lo que me ofrecen antes de ver el anuncio, puedo hacer la compra sin contraer una deuda tóxica y no tengo que renunciar a mis garantías de consumidor para aprovecharla. No te dejes cegar por los anuncios.

  1. No cedo a la presión de grupo

Resulta que todos tus compañeros del colegio/universidad/oficina van a comprar algo en el #BlackFriday y no puedes quedarte atrás. La presión de grupo está detrás de muchas decisiones desafortunadas y el consumo es una de ellas. Pregúntate, ¿me dejarían de apreciar mi pares si saben que no compré nada? Si la respuesta es sí, es hora de cambiar de amigos.

  1. Me hace falta lo que compro

También disfruto de aquellas cosas que contrato. Quizás podemos ver algo a bajo precio de manera ocasional, pero la clave aquí no es lo que pagamos por eso, sino el valor que tal o cual producto/servicio agrega a mi existencia. La pregunta es, ¿para qué me servirá esto en una semana? Si la respuesta es difusa, reflexiona un poco más antes de comprar.

  1. Tarjetazos responsables

Los pagos con el plástico rebelde tienen tres categorías: (1) pagar con tarjeta, es cuando de manera habitual cumples tus compromisos con ese método de pago. (2) Dar un tarjetazo, es un gasto extraordinario, pero en su esencia sabes cómo lo vas a saldar antes del vencimiento. (3) Mirar hacia otro lado y dar un tarjetazo, en esta categoría solo te dejas llevar de tus instintos consumistas y “tiras hacia delante” para luego averiguar las consecuencias.

Quizás ese tarjetazo está motivado por llenar un vacío, impresionar a alguien o simplemente la dificultad de controlar los deseos; indistintamente, te advierto que comprar algo sin saber de dónde lo pagarás después te causará mucho pesar, tensión e intereses.

¿Comprar en #BlackFriday? Fantástico. Te deseo las mejores ofertas, que te lleves a tu casa lo que te haga feliz (a ti), libre de deudas y remordimientos post-consumistas.

Por: @cguisarre

¿Por qué me vuelvo loco en #Black Friday?

743 Vistas,

La distancia entre mi yo real y mi yo ideal

Comprar es excelente. Querer o necesitar un bien/servicio y contar con las facilidades para adquirirlo es de los factores que tienen mayor incidencia en la calidad de vida. Como digo en mis charlas: el dinero no te lleva a la felicidad, pero te deja a dos esquinas y puedes llegar caminando.

El #BlackFriday es una plataforma por medio de la cual los comerciantes promueven ofertas que motivan a un incremento del consumo. La ocasión es rentable: de acuerdo con el Foro Económico Mundial, la combinación del #BlackFriday y el #CiberMonday suma US$14,500 millones en ventas brutas. Desde el inicio de esta década, el comercio nacional se suma a esta tendencia.

Esa tendencia se alimenta cuando decides comprar algo. Lo que te motiva a consumir es, algunas veces, la necesidad. Otra razón por la que consumes pudiera la persuasión que la promoción ejerce sobre ti. ¿Qué debilidades explotan las promociones? Tus discrepancias.

Tus discrepancias de personalidad consisten en la distancia entre lo que eres en realidad y lo que deseas ser, de acuerdo con los perfiles que admiras. ¿Qué te ofrecen muchas ofertas? Acortar esa distancia. De lo que trata el marketing en algunas ocasiones es de convencerte de que comprando o contratando algo te vas a convertir en eso a lo que aspiras, a reducir tus discrepancias.

Lo que me lleva a preguntarte, ¿por qué compras? ¿Necesitas lo que ves en la vitrina? ¿La presión de grupo te lleva a “comprar aunque sea algo”? Adquirir algo nuevo es una experiencia agradable, pero es más agradable aún cuando el fundamento del consumo está sustentado en las razones correctas, cuando somos responsables.

Compro responsable mente cuando…

  1. Aprovecho buenas ofertas

¿Recuerdan el #WeekendMoney de la semana pasada? Una oferta es buena si realmente rebaja el precio, quería lo que me ofrecen antes de ver el anuncio, puedo hacer la compra sin contraer una deuda tóxica y no tengo que renunciar a mis garantías de consumidor para aprovecharla. No te dejes cegar por los anuncios.

  1. No cedo a la presión de grupo

Resulta que todos tus compañeros del colegio/universidad/oficina van a comprar algo en el #BlackFriday y no puedes quedarte atrás. La presión de grupo está detrás de muchas decisiones desafortunadas y el consumo es una de ellas. Pregúntate, ¿me dejarían de apreciar mi pares si saben que no compré nada? Si la respuesta es sí, es hora de cambiar de amigos.

  1. Me hace falta lo que compro

También disfruto de aquellas cosas que contrato. Quizás podemos ver algo a bajo precio de manera ocasional, pero la clave aquí no es lo que pagamos por eso, sino el valor que tal o cual producto/servicio agrega a mi existencia. La pregunta es, ¿para qué me servirá esto en una semana? Si la respuesta es difusa, reflexiona un poco más antes de comprar.

  1. Tarjetazos responsables

Los pagos con el plástico rebelde tienen tres categorías: (1) pagar con tarjeta, es cuando de manera habitual cumples tus compromisos con ese método de pago. (2) Dar un tarjetazo, es un gasto extraordinario, pero en su esencia sabes cómo lo vas a saldar antes del vencimiento. (3) Mirar hacia otro lado y dar un tarjetazo, en esta categoría solo te dejas llevar de tus instintos consumistas y “tiras hacia delante” para luego averiguar las consecuencias.

Quizás ese tarjetazo está motivado por llenar un vacío, impresionar a alguien o simplemente la dificultad de controlar los deseos; indistintamente, te advierto que comprar algo sin saber de dónde lo pagarás después te causará mucho pesar, tensión e intereses.

¿Comprar en #BlackFriday? Fantástico. Te deseo las mejores ofertas, que te lleves a tu casa lo que te haga feliz (a ti), libre de deudas y remordimientos post-consumistas.

Por: @cguisarre

El que compra lo que NO necesita, termina vendiendo lo que SÍ necesita

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¿Esa oferta de #BlackFriday es para mí?

De cara al Black Friday, el bombardeo publicitario aumentará con un objetivo: conquistar la intención de compra de los potenciales consumidores, desde que el que quiere un helado, hasta el que busca un dispositivo de aire acondicionado.

La estrategia fundamental para el comercio cautivar a su audiencia es la oferta. Anuncios de descuentos del 50 %, 30 % o hasta 65 % esperan motivar al menos a la visita a la tienda, lo cual se convierte en compra en parte de los casos.

Siempre digo que el compra permanentemente lo que no necesita, tarde o temprano se verá obligado a vender lo que sí necesita, debido a que la negligencia de necesidades reales (como comer o la renta), las deudas de tarjetas de crédito, sumado a una posible pérdida de ingresos o el empleo, castiga a quienes no han sido reflexivos en la administración de sus finanzas personales.

Entonces, ¿qué es una oferta? ¿Cómo puedo aprovecharla? ¿Son para mí todas las ofertas que veo en los anuncios? Me alegrará saber que hiciste buenas compras este Black Friday, pero más me alegrará saber que tus consumos fueron fundamentados en una capacidad real de compra, la cual no comprometerá tu futuro financiero inmediato.

¿Cómo sé que una oferta es para mí? Te propongo cuatro puntos.

  1. Investigué y el descuento es real

Aprovechando la desinformación de los posibles compradores, a menudo anuncian que mercancías aspiracionales, como un smart TV o un comedor, cuentan con descuentos de hasta un 50 % que, en la práctica, solo llegan a un 10 %. Aumentarás tus posibilidades de beneficiarte de una oferta real, si en meses anteriores verificaste el precio aproximado de lo que deseas, y has comprobado que, efectivamente, hay una diferencia sustancial de precio a tu favor.

  1. Lo quiero antes de ver el anuncio

Si no estabas pensando en tener un smart TV de 42 pulgadas antes de ver ese anuncio, no es una oferta. Los descuentos del comercio por Black Friday o cualquier otra temporada solo agregan valor a tu vida cuando realmente demandas el bien promovido.

Esto también aplica a la calidad y característica de la mercancía. Quizás querías un televisor, pero no de esa marca ni de ese tamaño. En la medida en la que la oferta se separa de lo que aspiras de manera genuina, te beneficia menos.

  1. Lo puedo comprar sin una deuda tóxica

Tal vez comprobaste que tiene un buen descuento y es exactamente el producto al que aspiras, pero tu situación financiera actual no te permite endeudarte por ese tiempo, pagando mensualmente ese monto. Si esas son las condiciones a las que tienes que comprar, esa oferta no es para ti.

  1. No tengo que renunciar a la garantía

“Es una oferta, por lo tanto, este aparato no tiene garantía”, me dijeron en una megatienda, me fui. Si compras algo de valor, en especial un electrodoméstico, debes cubrirte con la garantía, puesto que esos aparatos encierran diversos riesgos operativos. Si para aprovechar la oferta tienes que renunciar al beneficio de poder cambiar el producto en caso de desperfecto, no es una oferta.

De camino al #BlackFriday te deseo buenas compras, aprovechando ofertas reales.

@cguisarre

¿Por qué la universidad no te garantiza el éxito financiero?

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6 razones por las que un diploma no soluciona tus problemas:

El conocimiento, junto con poseer capital y tener contactos, es un factor importante para levantar un negocio exitoso u obtener un buen empleo. Ahora bien, la mayor fuente de frustración de jóvenes estadounidenses, españoles, dominicanos o surcoreanos es que se creyeron el mito de que el diploma de letras doradas es la llave maestra hacia una vida de tranquilidad, estabilidad y prosperidad.

La generación Y o millennials fuimos bombardeados desde niños con las exigencias de aprobar la escuela, para elegir una buena carrera universitaria, graduarnos, para entonces tener buenas oportunidades en el mercado laboral. No obstante ser el conglomerado con mayor cantidad de estudios superiores, algunos tenemos la sensación de que lograr metas financieras generales, como comprar una casa o tener buenos ahorros, será más difícil para nosotros que para nuestros padres.

Si estás en el bachillerato y estás leyendo esto, refuerzo lo que te han dicho tus padres: ve a la universidad y consigue una carrera universitaria. Si ya eres licenciado o ingeniero, una maestría o posgrado te llevará a otro nivel, la formación es importante. Lo que debes entender es que el buen desempeño en las aulas no se materializa automáticamente en éxito a nivel laboral o en los negocios.

¿Por qué graduarte de la universidad no es un pase directo a la buena vida?

  1. Sobreoferta de licenciados

El padre Ramón Alonso, antiguo rector de la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD), nos dijo a los estudiantes de nuevo ingreso a la escuela de periodismo: “cruel como lo escuchen, la sociedad no necesita 100 nuevos comunicadores sociales. Solo se insertarán los mejores. Esfuércense o no pierdan su tiempo”. Sabio consejo.

Hoy todo el mundo quiere una licenciatura, es más fácil contratar un abogado, periodista o administrador de empresa, que un buen plomero o un electricista que sea efectivo. Lo que ocurre con esto es que haber invertido años y dinero en el añorado diploma no te garantiza un buen trabajo, puesto que la ley de la oferta es un axioma inquebrantable del mercado: la oferta es inversamente proporcional al precio o, mejor dicho, a mayor oferta el precio baja.

  1. Divorcio académico con la realidad

Las exigencias del mercado laboral van kilómetros delante de la formación que ofrecen las universidades. Por lo tanto, por simple estadística, una parte de los graduandos realmente no estará preparado para tener un rendimiento aceptable en una oficina 

  1. Mírate en el espejo, sé sincero 

Lo que me lleva a este punto. ¿Realmente te esforzaste lo suficiente por aprender? ¿Tomaste en serio tu carrera? ¿O te dedicaste a pasar examen tras examen, con un folleto mediocre que te facilitaba tu profesor, quien de todos modos no va a reprobarte para que no le revientes un neumático?

Está bien que tengas en azul tu récord de notas, pero tú y yo sabemos que eso no necesariamente te prepara para el mundo real. Sé sincero contigo mismo, busca retroalimentación y comienza a procurar las herramientas que te hacen falta. 

  1. La educación financiera

 Te felicito si eres un profesional destacado, ahora bien, tienes que dominar al menos lo básico sobre las finanzas personales. De poco te sirve tener un buen salario si no puedes controlar tus impulsos consumistas ni tu tarjeta de crédito. El buen ingreso que te generó tu formación universitaria no es suficiente para alcanzar la estabilidad.

  1. Necesitas contactos

Saber mucho, sin que la gente te conozca, tampoco te llevará lejos. Al fijarte un objetivo profesional, debes tratar de rodearte de las personas que te pueden ayudar a alcanzar tus metas. Una forma de comenzar a acumular contactos desde el inicio de tu profesión es ofrecerte para ocupar pasantías o prácticas laborales en lugares que sean clave para tu desarrollo. Sé que quizás necesitas irte a ese empleo al que no le ves futuro debido a que te hace falta un salario, pero nadie dijo nunca que sería fácil.

  1. La educación no termina

Es normal que la mayoría de los profesionales cuelguen el diploma, se pongan el anillo y entierren los libros. Otro error común es pensar que solo se aprende en un aula, idea que ha hecho de las maestrías y posgrados negocios viables.

Aunque el aula enmarca un gran valor dentro de programas bien organizados, los profesionales exitosos tienen en común la lectura constante, mantenerse informados, la visualización de buenos documentales y la atención a experiencias diversas dirigidas a estimular al intelecto y las destrezas. ¡La educación no termina con la toga y el birrete!

Barack Obama dice que si alguien cree que la universidad es costosa, que pruebe cuánto le cuesta una vida de ignorancia. La academia es un factor importante en el empoderamiento de quienes se someten a la disciplina del aprendizaje, pero no es el único factor.

@cguisarre

Créditos y cobros, tabúes del emprendimiento: 6 formas de tomar el toro por los cuernos

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Amancio Ortega (INDITEX, uno de los hombres más ricos de la Tierra) dijo una vez que emprender era como entrar a un ruedo taurino. Con capa reluciente y una mentalidad ganadora, el visionario se enfrenta a un toro bravo cuyo único instinto es embestir. De allí que el toreo, explicó, sea una imagen fiel de lo que es iniciar una empresa: vences, y ganas todo, pierdes y, bueno… se escriben tomos enteros sobre toreros que no lo cuentan.

Hay dos cornadas con las que muchos toreros, perdón, emprendedores, se han quedado tendidos sobre la arena. Cada una representa dos de los grandes tabúes de la gestión empresarial: el crédito y el cobro.

Cualquiera vende alguna vez. Si tienes el talento e insistes lo suficiente, alguien terminará comprando lo que vendes. Al menos en República Dominicana, he escuchado pocos testimonios de fracaso por falta de apoyo, pero sí tristes historias de estruendosas ventas que no se cobraron a tiempo. Vendió, cierto, y mucho; no obstante, pasaron 180 y hasta 300 días sin que le pagaran, por lo que los costos fijos lo ahogaron. Cuando el cliente vino a pagar, ya el torero-emprendedor estaba empleado por ahí.

Pero podemos tomar el toro por los cuernos. Mirar a los ojos de ese cliente comprador per moroso, y darle una estocada a los enemigos del flujo de caja. Te doy seis consejos para que cobres como un campeón.

  1. Anota cada ‘fiao’

Me gustan los letreros que hay en los colmados que dicen “hoy no fío, mañana sí”, pero no todos vendemos leche, arroz o gasolina y para competir en el mercado tenemos que dar crédito. Al fiar a nuestros clientes, debemos anotar cada deuda, la forma de pago, quién nos debe en específico (con nombre y apellido) y cuándo va a pagar.

Incluso programa tu agenda digital para que te recuerde que tal día toca tal pago, de tal empresa o persona. Ante los afanes de vender y producir/entregar lo vendido, se nos puede olvidar que alguien nos debe, sobre todo cuando son factoras pequeñas. No lo permitas.

  1. Pide adelantos

Dependiendo de la actividad a la que te dediques, quizás puedes exigir un adelanto de un 10 a un 30 % del valor total del negocio. Esto sirve para dos cosas: te ayuda con la adquisición de los insumos alusivos al producto y te cubre en caso de morosidad más adelante.

En mi caso particular, prefiero perder un buen negocio ante la negativa de un potencial cliente de pagar un adelanto, que arriesgarme a la morosidad, en especial con personas que nunca había tratado.

  1. Insiste, que nadie se quede con lo tuyo

Si ves que se vence el plazo de la factura comienza a llamar, insiste, manda recordatorios por correo, redes sociales o hasta el fax. Recuerda que estás en un ruedo taurino y que si te descuidas se te pegará una cornada. A veces queremos ser corteses para no perder el cliente. Yo te digo que si ese cliente no paga, no vale la pena conservarlo. Atácalo hasta que pague o deja el caso en manos de turbo-cobradores. ¡Que nadie se quede con tu dinero!

  1. Ofrece descuentos por pronto pago 

Si el crédito es parte de tu estrategia de ventas, puedes comunicar que pagar antes del vencimiento le generaría descuentos a tus clientes. Con esto, puedes animarlos a cancelar sus facturas cuando tengan excedentes de liquidez. La oferta funcionará en la medida en la que el descuento que aplicas sea mayor que los intereses que pueda ofrecerle algún instrumento financiero.

  1. Negocia planes de pagos 

Frente a tu insistencia, quizás un cliente quiera pagar, pero no puede cumplir con su compromiso contigo en el instante. Siéntense, hablen como personas civilizadas y establezcan un plan de pagos que sea posible. Ahora bien, mucho cuidado cuando vuelvas a considerar un crédito para ese cliente. Ser malapaga es un deporte para muchos.

  1. El factoring

El factoring lo que hace es comprar tu factura a un precio menor de su valor, con fines de cobrarla completa a tu cliente más adelante.

Lo explico de nuevo. La Cafetería Bonita compró a crédito bizcochos a la Panadería Fina por 100 mil pesos, para pagar a 90 días. Entonces, lo que hace la Panadería Fina es vender su factura a la empresa Factoring Oportuno por, digamos, 85 mil pesos, para no tener que esperar tres meses por ese dinero. Panadería Fina gana porque recibe gran parte del pago antes, mientras que Factoring Oportuno obtiene 15 mil pesos por esperar los 90 días y cobrar.

Magnífico el factoring, ¿verdad? ¡No tan pronto! Hay que cuidar tres detalles: (1) en la mayoría de los casos solo aceptan facturas de grandes y reconocidos clientes, lo que te debe la bodega de la esquina por lo general no cuenta para ellos. (2) los descuentos que aplican a tu factura pudieran ser tan altos que comprometen tus márgenes de venta. (3) A veces son tan agresivos con los cobros que tus clientes no quieren volver donde ti. Tienes que saber elegir a tu empresa de factoring.

Ahora estás listo para entrar al ruedo, mirar a ese toro a los ojos y tomarlo por los cuernos.

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