Competencia caliente en un mercado frío
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Una competencia dulce
Tal como ocurre en mercados internacionales, la comercialización de helados en República Dominicana es epicentro de una batalla de marcas cuya arma principal de competencia no es el precio, sino la innovación en los sabores.
El grande del mercado local es BON, una empresa cargada de tradición en el sector y con un posicionamiento muy alto en el sabroso mercado de los helados. Es una empresa del grupo multilatino Nutresa, que cuenta con 313 heladerías en todo el país y su línea de productos se basa en 17 sabores básicos con diferentes presentaciones, y en el helado de yogur de la marca canadiense Yogen Früz. Con la idea de innovar, presenta cada mes un nuevo sabor de helado y ahora, está atacando con su nuevo yogur griego.
Pero BON tiene competidores de diferentes tamaños y filosofías de trabajo. En los centros comerciales se aprecia una ofensiva de Valentino, que se precia de ofrecer helados artesanales y un portafolio de 40 sabores. Es una marca presente en República Dominicana desde 2011, que ya suma 21 heladerías en el país.
También tiene artillería de peso Paletas Bajo Cero, cuya oferta incluye rellenas y sin relleno, con novedades para impactar el mercado con productos inusuales como la paleta de aguacate. Su ventaja comparativa radica igualmente en las paletas artesanales, pero quiere diferenciarse con recetas gourmet y con otro elemento locales de venta tipo boutique.
Con estos busca convertirse en un punto de encuentro, de tal manera que su estrategia no se basa en cantidad de puntos de venta, sino en tiendas atractivas. Sus propietarios son Aldo Cammara, Roberto Rosas y Eumir Guaregua, y su marca ya está en diez locales.
Innovar. Esa es la consigna del sector, para obtener puntos de ventaja sobre los competidores y teniendo en cuenta que los clientes siempre están dispuestos a probar nuevas variedades. Por eso, Melvin Álvarez y Kariana Tejada copropietarios de The Ice Cream Studio trajeron al país el concepto de helados a la plancha, que conocieron en Shanghai. Su enfoque son cinco sabores básicos de este tipo de helados, que ya venden en cuatro sucursales, tras dos años de operaciones.
Con un amplísimo abanico de clientes, las marcas de helados y paletas refuerzan sus estrategias con sabores revolucionarios y productos artesanales
Con sus cinco locales de venta, Paletas Morelia también da la pelea, con productos gourmet artesanales. Sus cinco sabores a base de fruta, cinco a base de crema y seis rellenas conforman su carta de presentación de paletas hechas al estilo artesanal del estado mexicano de Michoacán, de cuyo estilo sus propietarios, Javier Elías y Tomás Vela, tomaron la idea y de su capital el nombre. Quieren diferenciarse no solo por ese toque mexicano, sino por sus recetas de dipping y topping.
Para Roberto Muñoz, de Helados Dude, su diferencia radica en que sus paletas y helados son 100% dominicanos, con terminación manual. E igualmente con innovaciones como la paleta de coco negra con carbón activado. Muñoz repite que no le interesa ser el líder del mercado, pero la marca ha ganado reconocimiento en el medio local con su carpeta de diez sabores y cinco establecimientos de venta.
No con una idea de expansión, sino de mantener su calidad y su clientela hay que tener en cuenta en este mercado a heladerías que tienen sus propios locales y su productos artesanal de estilo italiano como Glodo, concentrada en la Zona Colonial, Gelo una marca con tradición de 40 años, o Tartufo Gelato, con sus sándwiches de helado.
Aprovechando que va a una de las cadenas de supermercados de presencia significativa en las avenidas de Santo Domingo y Santiago, los compradores tienen la posibilidad de entrar a unas de las ocho sucursales de Sweet Frog, una heladería donde el comensal puede servirse su propio yogur dulce, colocar sus ‘topping’ y luego pasar a caja, donde un peso determinará el precio a pagar.
La primera Sweet Frog abrió en Virginia, Estados Unidos, en 2009, y ya cuenta con 350 en la nación norteamericana, Reino Unido, Corea del Sur y República Dominicana.
Haagen Dazs ocupa esquinas de importancia en Santo Domingo y Santiago, con más de una treintena de sabores que apuestan por un público exigente por la potencia que tiene la marca en el extranjero, lo que atrae turistas.
En Santo Domingo hay una ventaja, las temperaturas rara vez descienden de 20 grados Celsius, ambiente propicio para un helado. Hay muchas opciones para escoger.
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