El estrés laboral es uno de los problemas de salud que mayor atención se debe prestar, debido a que éste puede controlar por completo el sistema nervioso e inmunológico, y causar graves daños tanto física como emocionalmente.

Las situaciones de tensión que con el tiempo se acumulan en el lugar de trabajo provocan este trastorno psicológico, provocando alteraciones y disfunciones que repercutan en el trabajador como en el funcionamiento de la empresa.

La Organización Mundial de la Salud propuso el estrés laboral como una enfermedad del siglo XXI. Existen varios tipos de estrés, los cuales dependen de algunos factores como su duración, los estímulos que provocan la primera reacción, las consecuencias, psicológicas o fisiológicas, las cuales se desencadenan junto al evento estresante y el contexto que condiciona la respuesta de estrés.

Asimismo, también se destacan dos tipos de estrés que afectan directamente a situaciones del ámbito laboral, estos son:

El estrés laboral positivo hace referencia a una respuesta que se produce de una forma adaptativa, las consecuencia de tal respuesta no perjudica la salud integral de un determinado sujeto y su duración se acopla a la duración del estimo estresor. Un ejemplo de éste es el primer día de trabajo de una persona, el cual implica estar alerta a atender los nuevos estímulos de su área de trabajo.

Mientras que el estrés negativo da respuesta da respuestas a una forma más intensa de interferir en la salud del trabajador y da paso a los problemas de insomnio , taquicardia, ansiedad, depresión entre otros, en los que la persona debe de tomar medidas al respecto.

Entre las causas del estrés laboral se pueden citar: alto grado de responsabilidad, excesiva carga de tareas, relaciones laborales insatisfactorias, condiciones laborales inadecuadas, promoción y desarrollo profesional pobre remuneración económica, falta de reconocimiento, jornada laboral con más horas de las estipuladas o con horarios difíciles, ambigüedad de rol y la mala planificación de tareas y horarios.

Así como existen causas hay síntomas que perjudican a las personas de los que se pueden citar en el aspecto emocional a la tristeza, apatía, desmotivación, irritabilidad, inseguridad, mal humor, dificultad para concentrarse y tomar decisiones, olvidos e impaciencia.

En el aspecto psicosomático está la fatiga, problemas intestinales o estomacales, sudoración excesiva, hiperventilación, alteración del sueño, dolor de cabeza, mareos y náuseas, tensión muscular y contracturas.

En lo conductual está el abuso de sustancias como el café, alcohol, tabaco, aumento de conductas violentas, problemas en las relaciones humanas tanto dentro como fuera del trabajo, ausentismo laboral y alimentación insana e irregular.

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