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Elon Musk continúa planteando los siguiente pasos para el futuro de la humanidad. En ocasiones sus ideas pueden parecer delirios de grandeza e irrealizables, sin embargo, este genio de nuestro siglo ha demostrado que lo que quiere lo consigue.
Lo que parecía producto de la ciencia ficción comienza a formar parte de nuestro día a día, y los sueños de Musk parecen cada vez un poco más cerca de hacerse realidad. “Un mono ha sido capaz de controlar un ordenador con su cerebro, para que lo sepan”, dijo Elon Musk al finalizar una presentación de Neuralink, la empresa en la que ha invertido 100 millones de dólares.
De esta manera, el nuevo gran proyecto consiste en una tecnología que permita conectar el cerebro a un ordenador. Se trata de un proyecto del empresario que vio la luz por primera vez en 2017, pero que se ha visto eclipsado por SpaceX, Tesla y demás aventuras de Musk.
Esta compañía es la startup encargada del desarrollo de un sistema de implantes mediante hilos con potencial para contribuir en el tratamiento de distintos trastornos cerebrales y en ambiciosos retos para el futuro de la humanidad.
La novedad que plantea Neuralink es el empleo de un sistema finísimo de cableado que se encargaría de la transmisión de información entre el cerebro y la computadora, y una vez establecida esta conexión, las posibilidades del sistema resultan infinitas. Y como suele ser habitual en Elon Musk, ya se han llevado pruebas con éxito con primates, y el plan es llevarlas a cabo con humanos el año que viene. Musk expresó su preocupación de que los humanos se “queden atrás” por el desarrollo de la inteligencia artificial, pero dijo que con una verdadera interfaz cerebro-computadora, la humanidad puede subirse al tren.
Según Musk, la principal barrera que impide que esto sea una realidad es un problema de precisión de la información y de “ancho de banda” limitado por la tecnología existente para interactuar con el cerebro. La cirugía, los materiales, las conexiones internas son solo algunos retos que la compañía debe lograr resolver con éxito. Sobre todo cuando hay otros proyectos en marcha, entre ellos alguno con inversión del Pentágono.
El Departamento de Defensa pretende lograr controlar objetos ajenos al cuerpo solo con el cerebro, y Neuralink está al principio de este camino. La empresa, que tiene actualmente 90 empleados, ha recibido más de 158 millones de dólares de inversión con el objetivo de lograr escribir solo con la mente, mover un cursor por la pantalla solo pensándolo e incluso descargar un nuevo lenguaje directamente en nuestro cerebro o intercambiar pensamientos con otra persona sin hablar.
De momento, buscará un objetivo más cercano: ayudar a pacientes con parálisis o extremidades amputadas a controlar su expresión y movimiento o a ver y oír solo con el cerebro. La velocidad de “escritura mental” a la que se aspira inicialmente es mucha más lenta que la rapidez de nuestros pensamientos.
Neuralink realiza su cirugía no invasiva con un robot que parece una “especie de máquina de coser” y que puede implantar en el cerebro hilos que tiene cada uno un cuarto de diámetro de un pelo humano. Esos hilos penetrarán dentro del cerebro y mandarán información a un pequeño procesador con una batería que estará detrás de la oreja y que se conectará a través de bluetooth con el interior. Ese procesador estará conectado con una app en el móvil del usuario.
A pesar de que su principal motivación es favorecer a los avances en el campo de la medicina, Neuralink podría suponer la simbiosis definitiva entre el cerebro humano y la Inteligencia Artificial.
La posibilidad de realizar unos implantes en el tejido cerebral de una persona le permitirían ser capaz de completar operaciones de lectura y escritura, y de manejar un gran volumen de datos.
Entre las múltiples aplicaciones médicas que incluye se encuentra la posibilidad de devolver la movilidad a las personas con alguna extremidad amputada mediante el uso de prótesis inteligentes, así como a aquellas con algún tipo de deficiencias auditivas o en el sentido de la vista.
¿El peligro? El mismo que advirtió en su momento el propio Musk: la inteligencia artificial sin control puede resultar una seria amenaza para la humanidad, y es por ello que deben establecerse bien las bases, sobre todo ahora que la podemos conectar a nuestro cuerpo.