El punto de quiebre para las cuestiones climáticas
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Tres años atrás el mundo escuchaba mientras el presidente Donald Trump proclamaba que Estados Unidos se retiraría del acuerdo climático de París. Dicha decisión podría llevar a que algunas compañías e inversionistas asuman que “todo igual que siempre” es ahora el escenario climático más probable.
Llamamos a esto la “trampa climática de Trump”, y es un verdadero peligro. En mayo de 2017 ocurrió otro evento importante que nos deja más optimistas.
Una resolución de accionistas pidió a Exxon Mobil Corp., la compañía pública de energía más grande del mundo, que revelara el impacto de sus operaciones bajo un escenario de 2 grados (dicho escenario es un mundo donde al menos tenemos 50 por ciento de probabilidad de limitar el incremento de la temperatura a no más de 2 grados centígrados).
Pese a la recomendación del consejo directivo de Exxon Mobil para que los inversionistas votaran en contra de la propuesta, un impactante 62% de los votos fue a favor, enviando una fuerte señal de que el cambio climático es un riesgo financiero significativo y que los accionistas quieren saber más sobre cómo transformarán sus operaciones y productos las compañías para seguir siendo competitivas en un mundo bajo en carbono.
Similarmente, propuestas de accionistas de otras compañías han abordado temas referentes al cambio climático, generando cuestiones importantes para las juntas y los directores. En particular, los consejos directivos van a tener que demostrar que entienden dos cosas:
1. Cómo es que el cambio climático y la adaptación a una economía baja en carbono afectan diferentes sectores. Por ejemplo, los directores de automotrices y los proveedores de autopartes han tenido que entender cómo es que la movilidad compartida y la movilidad autónoma acelerarán la electrificación del sector transporte, afectando las ventas de autos.
2. Cómo es que la estrategia de la organización es compatible con una economía baja en carbono y qué inversiones deben hacerse para seguir siendo competitivo en un mundo bajo en carbono.
El año pasado se llevó a cabo la Cumbre del Clima en Madrid, España, en la que al menos 200 representantes de diferentes países del mundo se reunieron para hablar sobre las medidas a tomar para la lucha contra el cambio climático.
La Organización de las Naciones Unidas advirtió que la perspectiva climática mundial es “sombría”, y las protestas de que los Gobiernos mundiales no están haciendo lo suficiente para evitar el calentamiento mundial se están intensificando. En esta cumbre se había definido que combatir el cambio climático tendría un costo de US$2,500 millones.
Cumbre del Clima 2019 impulsará nueva fase de acción climática
En el caso de República Dominicana en representación de su presidente Danilo Medina, mediante su discurso éste propuso una serie de medidas que consisten en»
+ Invertir en Mitigación, lo que implica mejorar la resiliencia de las infraestructura y establecer sistemas de alertas temprana al tiempo de trabajar en la reducción de emisiones.
+ Lograr que se viabilicen fondos de emergencias y mecanismos de financiamientos climático a escala internacional, para lograr desembolsos rápidos después de cada desastre.
+ Proteger a los mas vulnerables y usar redes de protección social y adaptación.
En esta cumbre donde 50 jefes de Estados dieron su parecer los procesos que se deben llevar a cabo para la lucha contra el cambio climático se buscó sentar las bases para una fase de acción climática en la que se asegure que los convenios firmados en el Acuerdo de París de 2015 se estén implementando, en línea con los compromisos asumidos por los países.