Los sistemas de salud no recaban información de manera sistemática sobre los elementos sociales de la salud (SDH, por su sigla en inglés), las condiciones en que la gente nace, vive, crece y envejece, a pesar de saber que tienen un gran impacto en la salud de los individuos y de la población.
No obstante, el cambio de remunerar a los proveedores por el volumen de servicios que ofrecen (cuota de servicio) a la calidad de los resultados del paciente en relación con el costo (valor) está provocando que se centren más en conservar la salud de los pacientes, al invertir en estrategias para el manejo de la salud de la población, lo cual requiere que entiendan mejor a las poblaciones locales e identifiquen las necesidades que tienen sin satisfacer.
Están surgiendo medios alternativos para recabar esa información: celulares, transacciones con tarjetas de crédito y redes sociales.
Teléfonos: el Centro de Investigaciones Pew calcula que ahora más de tres cuartas partes de los estadounidenses usan celulares. Un ejemplo de la forma en que estos dispositivos podrían usarse para recabar información sobre los SDH tiene que ver con las aplicaciones para celular que ofrecen los sistemas de salud, con el fin de permitirles a los pacientes agendar fácilmente sus citas o ponerse en contacto con los proveedores de servicios médicos; estas aplicaciones también pueden poner a disposición información sobre la ubicación de los pacientes, la cual puede relacionarse con bases de datos más amplias para entender alguna vivencia del paciente relacionada con su vecindario. En un entorno de investigación, esta forma de compartir la ubicación ha arrojado conocimientos asombrosos.
Transacciones con tarjetas de crédito: estas son otras minas de oro de información que pueden ayudar a completar el historial médico. Se pueden identificar grupos distintos en cuanto a estilos de vida en términos de patrones de gastos, edad, movilidad y redes sociales.
Redes sociales: aprovechar la disposición que tiene la gente a divulgar detalles personales en las redes sociales es otra frontera incipiente, y puede emplearse para tener acceso a las poblaciones a las que históricamente se ha considerado difícil llegar: gente más joven, mujeres y personas de bajos ingresos.
Desde luego, tal vez muchos aspectos pragmáticos generen barreras para la aplicación de estas propuestas. Uno evidente es la privacidad. Otro radica en el hecho mismo de obtener la aprobación de una gran cantidad de pacientes. Finalmente, quizás sea difícil obtener la atención de los médicos que ya tienen una sobrecarga de información. Sin embargo, con la aplicación de estos nuevos elementos, los sistemas de atención médica podrán identificar las necesidades y la intervención que se requiere para que haya comunidades más sanas.
Harvard
Lee también: Cómo dirigir cambios en una empresa que históricamente no lo ha hecho bien
Post Views: 41