Diez oportunidades para emprender cuando acabe el COVID-19

Las crisis dejan huella y modelan los modos de hacer, de ser y de proceder hasta entonces habituales. “La renovación de valores y los cambios de percepciones de la etapa posterior al Covid-19 generarán nuevas oportunidades empresariales”. En esa línea, Innova Institute de La Salle ha identificado diez escenarios que saldrán reforzados durante este periodo y que ayudarán a los emprendedores a afrontar la vuelta a la normalidad con nuevas perspectivas de crecimiento:

1. TELETRABAJO

“Con el confinamiento forzado por las circunstancias, las empresas han tenido que potenciar el uso de herramientas de comunicación como Skype, Google Hangouts o el mismo WhatsApp para mantener el contacto entre los trabajadores. El teletrabajo ha disparado, además, el uso de plataformas específicas para webinars y videoconferencias como Zoom, Slack, Webex o Gotomeeting. Una vez pase la pandemia, en el PostCovid-19, las empresas deberán seleccionar un buen proveedor de este tipo de servicios y formar con tiempo a sus empleados. La oportunidad está relacionada con la consultoría y formación para ayudar a las empresas a establecer y mantener los protocolos de trabajo remoto”.

2. FORMACIÓN ONLINE

“Instituciones educativas de todo el mundo se han encontrado con la compleja disyuntiva de tener que elegir entre cancelar las clases o pasar toda su formación al entorno virtual. Por la necesidad de una planificación previa, la decisión no era sencilla. Muchas universidades y centros de estudios, tras algo más de una semana de cancelación de la actividad lectiva presencial, no han ofrecido todavía una alternativa online a sus estudiantes. La Salle-URL, en cambio, ha llevado a cabo una transferencia casi total de la docencia presencial a la modalidad virtual: durante la primera semana, un 98% de las sesiones planificadas presencialmente se pudieron impartir en línea. Casi 1.500 estudiantes se conectaron simultáneamente en la primera mañana de funcionamiento del nuevo sistema docente, el pasado lunes 16 de marzo. Con la mente puesta en el enorme crecimiento de la formación online, las oportunidades están en la creación de contenidos multimedia, de workshops, de sesiones especializadas, empresas que se dediquen a la creación y mantenimiento de las plataformas tecnológicas y empresas con personal docente que pueda atender alumnos de forma remota de manera puntual”.

3. SEGURIDAD EN LAS CONEXIONES

“Ante la situación actual del Coronavirus, los principales operadores de ciberseguridad están alertando de un aumento del índice de ciberataques a hospitales y a empresas que han decidido apostar por el teletrabajo. El confinamiento ha obligado a empleados de todo el mundo a conectarse, y a trabajar, desde redes domésticas y ordenadores personales. La mayoría de las empresas no disponen de líneas VPN para el acceso a datos sensibles desde los hogares, ni ordenadores debidamente revisados y con garantías de que estén libres de virus. Empresas alertan que el teletrabajo no tiene por qué ser peligroso si está bien protegido. Sin embargo, muchas empresas aún no han visto la vulnerabilidad de sus datos y de sus servidores porque nunca habían trabajado en circunstancias como las actuales. Aquí se vislumbra una oportunidad para la creación de empresas relacionadas con la seguridad en el teletrabajo en aspectos como firewalls, backups, VPN, antivirus, etc.”.

4. ACCESO A LA SANIDAD

“Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los países durante la pandemia es la saturación de ambulatorios y hospitales. En este sentido, las oportunidades están relacionadas con el diagnóstico online. El mercado ya dispone de plataformas de telemedicina, que permiten el diagnóstico médico en tiempo real a distancia en campos como la radiología, la cardiología, la oftalmología y la dermatología, y que facilitan, además, el seguimiento de tratamientos. Las oportunidades que se detectan se relacionan con la posibilidad de ofrecer diferentes tipos de test que puedan realizarse desde casa y el desarrollo de empresas que combinen el diagnóstico médico con la inteligencia artificial. Esta es una necesidad detectada por las administraciones. El Gobierno de la Comunidad de Madrid y la Generalitat de Catalunya, por ejemplo, han puesto en marcha apps de diagnóstico del Covid-19 y de seguimiento de los casos. Esta tecnología permite monitorear con precisión las temperaturas de un objeto en movimiento en tiempo real sin contacto, emitiendo alertas de temperaturas anormales. Las oportunidades que detecta Innova Institute están relacionadas con los sistemas de big data y de gestión de datos complejos”.

5. IMPRESIÓN 3D

“Los desafíos generados por la pandemia del Coronavirus han abierto un nuevo foco de empleo de las impresoras 3D, llevando a cabo la bio-impresión y la impresión de herramientas y objetos de salud. En Italia, ya se ha implementado, en un tiempo récord, la producción vía impresión 3D de 100 válvulas respiratorias en 24 horas, y en España se iniciará en breve. La previsión también indica que este uso se puede extrapolar a otros objetos, como máscaras antimicrobianas, máscaras de oxígeno e interruptores para abrir puertas o ascensores, con tal de evitar el contacto directo con superficies metálicas en las que el virus tiene una permanencia activa mayor”.

6. SERVICIOS DE AYUDA A MAYORES Y COLECTIVOS DESFAVORECIDOS

Crear grupos para gestionar comunidades de vecinos, ayuda durante el confinamiento a conectar a personas que solicitan ayuda y otras que ofrecen colaboración dentro de su comunidad. Todas estas aplicaciones y herramientas vivirán un notable desarrollo en el PostCovid-19”.

7. BIENESTAR EN CASA

“El estado de alarma y el obligado confinamiento ha provocado el cierre temporal de todos los negocios relacionados con el deporte y el bienestar de las personas. Algunas de estas instalaciones deportivas han iniciado un programa de actividades dirigidas online a través de Instagram o Facebook, con tal de que los usuarios de los centros puedan seguir practicando deporte con regularidad. Pese a todo, Innova Institute de La Salle-URL ha detectado la oportunidad de desarrollar más iniciativas relacionadas con la alimentación y con la creación de dietas personalizadas, consultas con profesionales de la nutrición, entrenamientos y seguimiento de los deportistas profesionales y amateurs, clases de actividades dirigidas en streaming con la posibilidad de visionarlas en diferido, venta online de complementos y suplementos naturales y deportivos, actividades de mindfulness, yoga y meditación, etc. Por mucho que estos servicios puedan ser ofrecidos por gimnasios y centros deportivos, se requerirá de empresas que ayuden a su implementación tecnológica”.

8. OCIO Y ENTRETENIMIENTO

“El entretenimiento digital se ha disparado con la cuarentena, que ha obligado a las familias a replantear sus actividades de ocio. La imposibilidad de llevar a cabo actividades al aire libre, estar en contacto con la naturaleza y jugar con amigos está siendo un reto para los niños, obligados a cambiar sus hábitos de distracción. Además, todo ello se suma al teletrabajo de los padres de estos niños, que impide que se lleve a cabo una atención plena de las actividades que desarrollan los hijos. Por ello, muchas aplicaciones educativas infantiles están ofreciendo contenido premium de manera gratuita para que los niños puedan seguir aprendiendo desde casa. Entre ellas, Kahn Academy, Academons Primaria o Ta-Tum . En el PostCovid-19 esta tendencia seguirá creciendo y será el momento de emprender en la creación de contenidos que vinculen el entretenimiento con la educación, orientados a un público infantil”.

9. ACCESO A LA CULTURA

“El Coronavirus ha obligado a la cultura a digitalizarse. Todos los espectáculos culturales se han visto afectados claramente por el confinamiento: museos, salas de cine, teatros, bibliotecas, academias y parques temáticos. De igual modo, se han cancelado giras, conciertos, eventos deportivos y culturales, ferias y festivales. La transición hacia lo digital ha sido forzada y acelerada en el caso de la cultura. El PostCovid-19 vivirá una recuperación del consumo cultural en vivo, pero también abrirá oportunidades para consolidar lo hecho durante el confinamiento. Así, será el momento para emprender en la digitalización de espectáculos culturales y facilitar la inmersión total en eventos remotos”.

10. LOGÍSTICA Y SUPPLY CHAIN

“La imposibilidad de acceder a China a causa de la pandemia ha provocado un alto impacto en los sistemas de suministro y ha puesto de manifiesto la falta de resistencia de un enfoque centralizado de la producción. Ha crecido la necesidad de un abastecimiento de componentes más distribuido, coordinado y rastreable en múltiples geografías y proveedores, manteniendo al mismo tiempo las ventajas de las economías de escala. En esta línea, Innova Institute de La Salle-URL ha detectado oportunidades en la creación de plataformas globales que utilicen tecnologías sofisticadas como 5G, robótica, Internet de las cosas y blockchain para ayudar a vincular múltiples compradores con múltiples proveedores de manera confiable a través de una ‘malla’ de cadenas de suministro. Por otro lado, la permanencia de las personas en confinamiento y en casa se traduce en un incremento de la demanda en empresas de comercio electrónico como Amazon, que ya ha anunciado que contratará a 100.000 trabajadores más en Estados Unidos por el aumento de pedidos. Puesto que la gente está confinada en casa, los comercios electrónicos de alimentación, alimentación para mascotas, bricolaje, muebles y electrodomésticos están incrementando sus ventas. De cara al PostCovid-19, esto implicará la penetración del comercio electrónico en España y desarrollará aún más la logística que conlleva la paquetería de última milla”.

Fuente: Emprendedores.es

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Guerra contra el COVID-19: Del lugar de refugio a la recuperación económica

La pandemia del COVID-19 es una crisis sin igual. Parece una guerra, y en muchos sentidos lo es. Los profesionales de la salud están en el frente de batalla. Quienes trabajan en servicios esenciales, distribución de productos alimenticios, servicios de entregas y suministros públicos hacen horas extraordinarias para respaldar estos esfuerzos. Y también están los soldados escondidos: aquellos que luchan contra la pandemia confinados en sus hogares, sin poder contribuir plenamente a la producción.

En una guerra, el gasto masivo en armamento estimula la actividad económica y los servicios esenciales se garantizan mediante disposiciones especiales. En esta crisis, las cosas son más complicadas, aunque una característica común es el aumento del papel del sector público.

A riesgo de simplificar demasiado, las políticas económicas deben distinguir dos fases:

Fase 1: La guerra. La pandemia está en pleno apogeo. Las medidas de mitigación impuestas para salvar vidas están reduciendo con dureza la actividad económica. Se puede prever que esta reducción dure por lo menos uno o dos trimestres.

Fase 2: La recuperación de la posguerra. La pandemia se controlará con vacunas o fármacos, la inmunidad parcial de grupo y la continuación de medidas de confinamiento menos disruptivas. A medida que se levanten las restricciones, la economía volverá—quizá con dificultad— a su funcionamiento habitual.

El éxito del ritmo de la recuperación dependerá fundamentalmente de las políticas adoptadas durante la crisis. Si las políticas ayudan a garantizar que los trabajadores no pierdan sus empleos, los arrendatarios y propietarios de viviendas no sean desalojados, las empresas eviten la quiebra y las redes económicas y comerciales se preserven, la recuperación tendrá lugar antes y con más suavidad.

Este es un reto importante para las economías avanzadas cuyos gobiernos pueden financiar con facilidad un aumento extraordinario del gasto incluso cuando sus ingresos están cayendo. El reto es incluso mayor para las economías emergentes y de bajo ingreso que se enfrentan a la fuga de capitales: estas economías necesitarán donaciones y financiamiento de la comunidad internacional (un tema de interés para una próxima entrada del blog).

Medidas de política en tiempos de guerra

A diferencia de otras desaceleraciones económicas, la caída del producto en esta crisis no está provocada por la demanda: es una consecuencia inevitable de las medidas para limitar la propagación de la enfermedad . El papel de la política económica no es, por tanto, estimular la demanda agregada, al menos no de forma inmediata. Más bien, la política económica tiene tres objetivos:

  • Garantizar el funcionamiento de sectores esenciales. Deben incrementarse los recursos para pruebas de detección del COVID-19 y su tratamiento. Deben mantenerse la atención sanitaria habitual, la producción y distribución de productos alimenticios, las infraestructuras esenciales y los suministros públicos. Podrían ser necesarias incluso medidas intrusivas por parte de los gobiernos para la provisión de suministros fundamentales, recurriendo a mandatos en tiempo de guerra, con la priorización de contratos públicos para insumos esenciales y productos finales, la reconversión de industrias o nacionalizaciones selectivas. El requisamiento temprano de mascarillas médicas que realizó Francia y la activación de la Ley de Producción de Defensa en Estados Unidos para garantizar la producción de equipamiento médico ilustran este punto. También pueden estar justificadas medidas como el racionamiento, los controles de precios y normas contra el acaparamiento en situaciones de escasez extrema.
  • Proporcionar recursos suficientes a las personas afectadas por la crisis. Los hogares que pierdan sus ingresos debido directa o indirectamente a las medidas de confinamiento necesitarán apoyo gubernamental. Este apoyo debe contribuir a que la gente se quede en casa y al mismo tiempo mantengan sus empleos (las licencias médicas financiadas por el gobierno reducen el movimiento de personas y, por tanto, el riesgo de contagio). Las prestaciones por desempleo deben ampliarse y extenderse. Es necesario que las transferencias de efectivo lleguen a los trabajadores independientes y sin empleo.
  • Evitar una disrupción económica excesiva. Las políticas deben salvaguardar las redes de relaciones entre trabajadores y empleadores, productores y consumidores, prestamistas y prestatarios, de forma que las empresas puedan reanudar plenamente sus actividades cuando se haya superado la emergencia médica. Los cierres de empresas causarían pérdidas de conocimientos organizativos y la cancelación de proyectos productivos a largo plazo. Las disrupciones en el sector financiero también intensificarían las dificultades económicas. Los gobiernos deben proporcionar un apoyo excepcional a las empresas privadas, inclusive mediante subsidios salariales, con condiciones adecuadas. Ya se han puesto en marcha grandes programas de préstamos y garantías (con el riesgo asumido en última instancia por los contribuyentes) y la UE ha suministrado inyecciones directas de capital a las empresas con la relajación de su normativa sobre ayudas estatales. Si la crisis empeora, podría imaginarse el establecimiento o la ampliación de grandes sociedades de cartera estatales que tomen las riendas de las empresas privadas con problemas, como se hizo en Estados Unidos y Europa durante la Gran Depresión.

La emergencia justifica una mayor intervención del sector público mientras persistan las circunstancias excepcionales, pero dicha intervención deberá realizarse de forma transparente y con cláusulas de caducidad automática claras.

Las políticas de apoyo a los hogares, las empresas y el sector financiero implicarán una combinación de medidas de liquidez (concesión de créditos, aplazamiento de obligaciones financieras) y de solvencia (transferencias de recursos reales; véase el cuadro).

Será necesario gestionar diversas disyuntivas. Si se dan transferencias o préstamos subsidiados a una gran corporación, estos deben ser condicionales al mantenimiento de los empleos y la limitación de las recompras de acciones, los dividendos y la remuneración de su Director Ejecutivo. Las quiebras asegurarían que los accionistas asuman parte de los costos, pero causarían también importantes trastornos económicos. Una opción intermedia es que el gobierno tome una participación en la empresa. Si el problema es la liquidez, la concesión de crédito por parte de los bancos centrales (mediante programas de compra de activos) u otros intermediarios financieros controlados por el gobierno (a través de préstamos y garantías) ha demostrado ser eficaz en crisis anteriores. También surgen muchas cuestiones prácticas en la identificación y el apoyo a pequeñas y medianas empresas o trabajadores independientes gravemente afectados. Para estos, deben considerarse transferencias directas basadas en pagos de impuestos anteriores.

Estas políticas internas deben ser apoyadas por el mantenimiento de la cooperación y el comercio internacionales, que son fundamentales para vencer a la pandemia y maximizar las posibilidades de una rápida recuperación. Es necesario limitar el movimiento de personas para la contención. Pero los países deben resistir el instinto de paralizar el comercio, sobre todo de productos de atención sanitaria, y el libre intercambio de información científica.

Del lugar de refugio a la recuperación

Fomentar la recuperación tendrá también sus desafíos, incluidos niveles de deuda pública más altos y posiblemente nuevas franjas de la economía bajo control público. Sin embargo, un éxito relativo durante la fase 1 permitirá que la política económica pueda volver a su funcionamiento normal. Las medidas fiscales para impulsar la demanda serán más eficaces a medida que se permita a las personas dejar sus hogares y volver a trabajar.

Las proyecciones de las tasas de interés y la inflación antes de la pandemia eran bajas a largo plazo en la mayoría de las economías avanzadas. Evitar grandes disrupciones en las cadenas de suministro evitaría la inflación durante las fases de emergencia y recuperación. Si las medidas para contener la propagación del virus tienen éxito, el necesario incremento del coeficiente de endeudamiento público habrá sido considerable, pero las tasas de interés y la demanda agregada posiblemente sigan siendo bajas en la fase de recuperación. En estas circunstancias, el estímulo fiscal será apropiado y muy eficaz en la mayoría de las economías avanzadas. Y esto facilitará el abandono de las medidas excepcionales introducidas durante la crisis.

Cadena de hoteles ofrece 1000 noches gratis a médicos que atienden el COVID-19

Oyo Hotels estará brindando mil noches de alojamiento gratuito a los profesionales de la salud que atienden el brote del Covid-19 en México. Estas noches de alojamiento gratuito pueden ser solicitadas por el personal médico de un hospital que brinde su apoyo para atender la actual emergencia sanitaria.

Un empleado del hospital deberá inscribir al centro médico para la dinámica, así como enviar los nombres e identificaciones de los profesionales de la salud que se hospedarán en los establecimientos. El hotel mandará posteriormente a los profesionales de salud la información para acceder al hospedaje.

 “Es momento de sumar esfuerzos por México. Por eso, deseamos apoyar al personal médico que trabaja para contener y erradicar el Covid-19 de manera que puedan alojarse y descansar en alguna de las más de 13 mil habitaciones en 500 hoteles ubicados en 40 ciudades del país”, señaló Francisco Sordo, director general de Oyo Hotels México.

Con esta acción, explican la hotelera en un comunicado, Oyo se suma en la lucha para contribuir a controlar la propagación del Covid-19. Asimismo, ha distribuido más de 1.200 litros de gel antibacterial (más de 2.500 botellas) a sus hoteles en todo el país, y ha implementado una campaña de información dirigida a todos sus hoteles para garantizar altos estándares de higiene de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y la Secretaría de Salud.

FUENTE: Reportur.com

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L’Oreal fabricará y donará gel antibacterial para combatir COVID-19

Primero fue LVMH y ahora es L’Oreal. La empresa francesa y la más grande en la industria de la belleza,  ayuda a suplir la demanda de sanitizante de manos y alcohol en gel al fabricarlo en sus plantas procesadoras de productos como shampoo y maquillaje. Todo será donado a las autoridades francesas para que lo distribuyan entre la población que lo necesita y detener el brote de coronavirus.

Pero eso no es todo. También donará un millón de euros a través de su fundación para ayudar a las personas de bajos recursos que resulten afectadas por la cuarentena que impuso el gobierno francesas.

“En esta crisis excepcional, es nuestra responsabilidad contribuir en cada esfuerzo colectivo posible. Con estos gestos, L’Oreal desea expresar el apoyo y solidaridad con quienes han tenido la valentía de luchar contra esta pandemia”, dijo Jean-Paul Agon, presidente de la empresa francesa.

Como parte del programa de ayuda, la empresa retrasará los pagos de las deudas de pequeños y medianos negocios y ayudará a sus trabajadores más necesitados al adelantarles salarios según su condición.

La semana pasada, el conglomerado LVMH propietario de marcas como Louis Vuitton, Christian Dior y Givency anunció que dejaría de fabricar perfumes en su planta para hacer gel antibacterial y donarlo a las autoridades francesas.

La Roche-Posay, una de las marcas de L’Oreal, distribuye el gel en casas de retiro, farmacias y hospitales, además de regalar botellas gratis a las farmacias que producen mezclas de hidro-alcohol.

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Las bolsas de valores aún no superan su marzo negro

Son reflejos cotidianos de lo que ocurre en sus economías, espejos de lo que anticipan los grandes inversionistas y trompetas de advertencia sobre los peligros que vienen. Son las bolsas de valores, puntos donde confluyen vendedores de medios de inversión y compradores de los mismos. Estado y empresa privada acuden a tales instituciones como epicentros de grandes flujos de capital.

Las bolsas de valores en los cinco continentes saltaron en pedazos cuando la pandemia del coronavirus se regó por el mundo, llenando de miedo a los inversionistas que, ante el temor a una depresión, se apresuraron a ofrecer en venta sus valores para encontrar escasos compradores, arrastrando los precios al abismo. Igual ocurría con las divisas, mientras la búsqueda loca de dólares hundía las tasas de cambio. Todo eso se juntó en marzo para provocar dos lunes negros consecutivos, que dejaron ejércitos de perdedores.

Tras esas conmociones, los mayores mercados de valores han mostrado tendencias de recuperación, pero aún a niveles inferiores a las bajas de marzo y con periódicas recaídas, que neutralizan las alzas. La incertidumbre rodea el mundo financiero.

En la edición de abril de revista Mercado, presentamos un informe sobre lo que ocurrió en los mercados de valores y porqué se hundieron en proporciones desconocidas. Fueron parte del colapso mundial que produjo el nuevo enemigo que tiene el planeta: el COVID-19.

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La confianza de los consumidores se desploma en marzo por el coronavirus y registra un mínimo histórico

El coronavirus desploma la confianza de los consumidores en marzo. En el tercer mes del año, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se ha situado en 63,3 puntos, según los datos provisionales del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Esta es la mayor caída del indicador en toda su serie histórica.

El indicador ha retrocedido en 22,4 puntos respecto a febrero, cuando alcanzó 85,7 puntos. En relación al mismo mes del año anterior, la confianza de los consumidores ha retrocedido en 30,6 puntos.

La valoración de la situación actual, por su parte, se ha situado en 57,2 puntos, frente a los 75,9 puntos del pasado febrero, mientras que el índice de expectativas ha alcanzado 69,4 puntos, frente a los 95,4 puntos registrados el mes anterior.

Los mayores descensos se producen en relación a las valoraciones sobre la economía en el futuro inmediato, que ha retrocedido en 30,2 puntos respecto a febrero. Las expectativas sobre la evolución del mercado de trabajado han caído en 21,8 puntos mientras que la futura evolución de la situación de los hogares ha descendido en 8,3 puntos.

La industria china de la moda hunde su producción un 36,6% por el coronavirus

La industria china de la moda, a la baja por el coronavirus. La producción del sector ha descendido un 36,6% en enero y febrero por la crisis del coronavirus, según datos de la agencia estadística china.

La cancelación de pedidos por parte de operadores como H&M o Primark también ha penalizado a las exportaciones del país, que han descendido un 20% durante el periodo, hasta 16.060 millones de dólares. La inversión, por su parte, se ha recortado un 50,6%.

Según los últimos datos, las ventas del comercio minorista en el país cayeron un 20,5% en enero y febrero por la crisis del coronavirus. Desde mediados de marzo, China ya ha iniciado la recuperación con la reapertura de tiendas y la reactivación de las fábricas que estaban paralizadas. El país fue el primer afectado por la pandemia del coronavirus, donde tuvo su primer foco en la ciudad de Wuhan, en la provincia de Hubei.

Reino Unido: la confianza de los consumidores se desploma al nivel más bajo desde 1974

La confianza de los consumidores británicos se desploma. Según datos de GfK, el indicador retrocedió 24 puntos entre las dos primeras y las dos últimas semanas de marzo, hasta 34 puntos negativos. Se trata del mayor descenso desde que existen datos, en enero de 1974.

Todos los indicadores cayeron en el periodo, desde confianza en la situación financiera personal en los últimos doce meses hasta la previsión para los próximos doce meses y la visión general de la economía en el próximo año. La encuesta recoge las opiniones de 2.000 personas entre el 16 y el 17 de marzo.

“La última vez que vimos una caída tan grande fue durante la crisis económica de 2008 -ha señalado Joe Staton, de GfK, en declaraciones recogidas por Drapers-; la caída de la confianza en la situación financiera personal y en la economía en general refleja la nueva preocupación para muchos en todo Reino Unido”. 

La cosmética se prepara para la mayor caída en sesenta años

Ni siquiera la cosmética aguanta el tirón. Aunque en tiempos de crisis artículos como los pintalabios experimentan repuntes de ventas, en esta ocasión no será así. Según la consultora estadounidense Kline, el sector de la cosmética y los artículos de aseo personal se prepara para la mayor caída en sesenta años como consecuencia de la crisis del coronavirus.

Las previsiones de Kline pasan por que las ventas de este segmento registren un retroceso del 2,5% en 2020, una caída mayor que en la crisis de 2008 (cuando la industria experimentó un descenso del 0,8% en 2009) y que en 1991, cuando el retroceso fue del 0,3%, según datos recogidos por WWD.

La caída del 2,5% en 2020 es la previsión más factible, con el escenario más optimista reflejando un alza del 1,5% y el más pesimista un retroceso del 8,1%, según Kline. “Teniendo en cuenta el estado actual de la pandemia, con cierres de tiendas cada vez más cercanos a verano, nuestro escenario más pesimista podría convertirse en el más probable”, señala el informe.

Por productos, Klein augura que productos como geles higienizantes y jabones, así como champús y desodorantes, se comportarán bien a corto plazo. En cambio, artículos de cuidado facial y lacas de uñas podrían caer a corto plazo. Según Kline, fragancias y maquillaje son artículos que el consumidor pondrá en la lista de espera de su consumo.

El coronavirus también penaliza al algodón: el consumo caerá un 7,8% esta temporada

El coronavirus también impacta en el algodón. El Comité Internacional Consultivo del Algodón (Icac, por sus siglas en inglés) prevé que en la temporada 2019-2020 el consumo de algodón sea de 24,6 millones de toneladas, frente a los 26,7 millones de toneladas previstas, un 7,8% menos.

“Todavía no sabemos cuál será el impacto final del Covid-19 en la industria del algodón, pero la pandemia ha llenado de incertidumbre la cadena de valor global y el negocio textil se encuentra virtualmente congelado”, ha señalado la organización en un comunicado.

La asociación destaca que la cancelación de pedidos y la paralización de la producción ha afectado a la industria de los países del Sudeste Asiático y la situación podría empeorar durante los próximos meses.

Las estimaciones sobre el precio del algodón para la temporada 2019-2020 son de 73,5 centavos por libra, mientras que para la campaña 2020-2021, el Icac estima que los precios del algodón se sitúen en 64 centavos por libra.

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