La química Silk levanta 30 millones para escalar la producción de seda
La innovación en nuevos materiales textiles avanza. La química estadounidense Silk ha levantado treinta millones de dólares (25,9 millones de euros) en una ronda de financiación para escalar la producción de seda de manera sostenible. Se trata de la segunda vez que la empresa abre su capital en busca de inversores.
La compañía, con sede y fábrica en Boston, empezará a fabricar seda a partir de un polímero derivado de los capullos de gusano, sin ser modificado genéticamente. Con este desarrollo, Silk podrá escalar la producción del material.
Esta nueva tecnología se llama Liquid Silk y quiere ser un remplazo natural a otras fibras textiles químicas. Su desarrollo está orientado para la industria de la moda con miras a crecer en la industria química sostenible, un negocio que genera 886.000 millones de dólares (767.700 millones de euros).
La empresa química ha desarrollado distintos tipos de trabajos sostenibles como el cuidado de la piel, línea que lanzó en 2015 y ya se comercializada en grandes almacenes como Harrods. La compañía fue fundada en 2013 por parte de los expertos en seda Gregory Altman y Rebecca Lacouture.