«Cuarentena inteligente» para localizar y aislar contagiados
República Checa pone hoy en marcha un innovador plan de “cuarentena inteligente” para localizar y aislar nuevos contagiados cuando ya han desaparecido las restricciones al movimiento de personas y se ha reanudado la actividad económica.
Epidemiólogos, sanitarios, empresas de telefonía y ciudadanos colaboran en este concepto, que permite en esta nueva fase detectar con rapidez brotes de coronavirus y aislarlos, con el objeto de responder a una eventual segunda ola de COVID-19, informó antes del lanzamiento el secretario de Estado de Sanidad, Roman Prymula.
El sistema permitirá evaluar las medidas de relajación previstas hasta el 8 de junio y se basa en las conocidas “Tres T” que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS): “test, track and trace”, y que supone hacer test, localizar a contagiados y rastrear sus movimientos para aislar a personas que estuvieron en contacto con ellos.
El nuevo sistema de “cuarentena inteligente” empieza por obtener el consentimiento de los contagiados.
A partir de ahí el operador de telefonía facilita a las autoridades datos sobre los movimientos del usuario durante los últimos cinco días, hasta crear un “mapa de recuerdos”.
Con el fin de salvaguardar la privacidad, este mapa tiene carácter anónimo, por lo que los puntos que en él aparecen no pueden identificarse con personas concretas.
Otros empleados, con una llamada telefónica, ayudan al interesado, con apoyo del mapa, a recordar con cuántas personas se ha encontrado, y cuáles han podido ser contactos de riesgo por edad o estado de salud.
“El mapa es destruido después de seis horas”, recordó Prymula para garantizar que no se revelan datos personales.
Tras completar esa lista de contactos sospechosos de contagio, otro equipo de personas, esta vez desde una red de centros de atención telefónica gestionados por la empresa que crea el mapa, entran en contacto con todos ellos, y tienen facultades para mandar a estas personas a cuarentena preventiva.
Prymula estima que con este sistema, que fue probado antes en la región de Moravia del Sur, se detectan “cuatro de cada seis personas” en riesgo de contagio.
Los posibles afectados disponen de dos días para hacerse un análisis rápido en centros especiales creados a tal efecto o pueden recibir en su domicilio la visita de facultativos ambulantes.
Y los centros que realizan los análisis tienen la obligación de tener listos en un máximo de dos días los resultados, y en caso de estar desbordados deben enviar las muestras a otros centros de la red.
Además, el ministerio de Sanidad ha promovido la aplicación celular “eRouska”, que ya se han descargado más de 100.000 checos, y que avisa al interesado si entró en contacto, aunque fuera en la cola de un comercio, con alguien diagnosticado después con COVID-19.
En el caso de confirmarse un contagio, otros expertos le solicitan por teléfono la lista de contactos generada por la aplicación, sin que ninguno de sus demás usuarios sepa que es positivo por COVID-19.
A diferencia del sistema de geolocalizadores, la “eRouska” funciona por bluetooth y no acumula información sobre movimientos, sino de usuarios que también tienen la aplicación, si bien aún no ha hubo declaraciones oficiales sobre su efectividad.
Ambos sistemas están inspirados en el uso que de la tecnología hicieron países asiáticos, como Corea del Sur, para luchar contra la pandemia y que se han demostrado útiles.
Sesenta epidemiólogos y otros profesionales sanitarios han suscrito una carta abierta al Gobierno y el Parlamento en la que expresan sus dudas sobre la eficacia del nuevo sistema, en vista de la baja incidencia de coronavirus hasta ahora, por lo que consideran la “cuarentena inteligente” como un esfuerzo desproporcionado.
El responsable del nuevo dispositivo, Prymula, considera que es una medida preventiva para una eventual segunda oleada de la pandemia.
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