2019, el año en que Asos, el pionero del online, mostró sus pies de barro
Pure player, con un público joven y moda de rabiosa tendencia. Asos lo tenía todo para ocupar un papel relevante en la próxima década de la moda. Pero algo salió mal. La compañía británica, que se define como “un destino online de moda para veinteañeros”, ha cerrado el peor año de su historia, mientras sus competidores le adelantan a toda velocidad por la derecha. La causa ha sido una tormenta perfecta de problemas informáticos y logísticos y un entorno cada vez más competitivo en su mercado local, sobre todo en precios.