New Balance, cara y cruz en España: dispara un 21% su negocio tras la compra de Alfico pero mengua su rentabilidad
Tres años después de hacerse con su negocio en España en 2016, el gigante estadounidense
New Balance sigue sacando partido del buen momento que atraviesan las sneakers en el país. La filial española del grupo finalizó 2018 rebasando por primera vez los ochenta millones de euros de facturación, con un crecimiento del 21,66% desde 2015. Sin embargo, la rentabilidad de la sociedad ha retrocedido notablemente, con una caída del 42,17% en el mismo periodo.
New Balance tomó el control de la empresa gallega Alfico a mediados de 2016. Liderada por Anna Scheidgen, Alfico había asumido la distribución de New Balance en España en 1980 y, año tras año, había engordado tanto su beneficio como sus ventas.
Alfico, sociedad con que la empresa estadounidense sigue operando en el mercado nacional, cerró el ejercicio 2018 con una cifra de negocio de 82,19 millones de euros, un 3,59% más que el año anterior. En 2015, el último ejercicio de Alfico en solitario, la cifra de negocio de la sociedad se situó en 67,55 millones de euros, de manera que New Balance acumula un crecimiento del 21,66% desde la adquisición del negocio en España.
New Balance ha crecido un 21,7% en España desde la compra de Alfico
En el Informe de Gestión correspondiente a 2018, Alfico reconoce que el ejercicio 2019 evolucionará de forma similar a 2018, es decir, con un tímido aumento de las ventas en el mercado nacional. “La facturación del sector deportivo en España a través de todos los canales de distribución volvió a crecer en 2018, aunque 1,5 puntos por debajo de la cifra de crecimiento del año anterior”, sostiene la compañía. “Las previsiones de evolución del valor del mercado minorista de artículos deportivos durante el ejercicio 2019 apuntan hacia el mantenimiento de la tendencia de los últimos años”, agrega.
De este modo, los elevados ritmos de crecimiento registrados durante los últimos años por la filial española de New Balance no volverán a repetirse, de momento. Si en 2018 el aumento de las ventas se situó en el 3,59%, un año antes había sido del 9,56% y el anterior, del 7,19%. En 2015 y 2014, los aumentos fueron del 44% y el 143%, respectivamente.
Mientras la cifra de negocio sigue al alza, no sucede lo mismo con el beneficio de la empresa. A cierre del ejercicio 2018, Alfico registró un resultado de explotación de 4,79 millones de euros, lo que supone un retroceso del 47,54% respecto a los 9,13 millones anotados en 2015. Entre 2017 y 2018, el resultado de explotación de la compañía se ha reducido prácticamente a la mitad.
Algo similar ha sucedido con el resultado neto: en 2018 la empresa ganó 3,69 millones de euros, lo que supone un descenso del 42,17% en comparación con los 6,38 millones de euros que anotó en 2015. Entre 2017 y 2018, la caída del resultado neto ha sido del 33,73%.
“La centralización de los almacenes en la última parte del año en los almacenes de la matriz en Venlo (Países Bajos) supuso algunos retrasos en la entrega de mercancía que penalizaron no sólo los servicios a los clientes, sino también los márgenes de la compañía –señala la empresa-; situación que en todo caso se espera normalizar en los primeros meses de 2019”.
“El margen bruto (ingresos totales menos coste de mercancía vendida) alcanza la cifra de 30,8 millones de euros, lo que supone una rentabilidad bruta de un 38% sobre los ingresos totales”, explica Alfico en el importe de gestión. Esta cifra implica un decrecimiento de cuatro puntos en la rentabilidad bruta respecto al ejercicio anterior, “motivado en parte por el impacto del tipo de cambio en las importaciones y por la centralización en los almacenes de la matriz”.